APUNTES AL MARGEN
Los que no importan
Estas van a ser unas nuevas elecciones generales donde no apareceremos en la agenda. Otras más
Deseo mucha suerte a los candidatos al Congreso y al Senado de las elecciones generales del 10 de noviembre. Les va a hacer falta a Luis Planas, Andrés Lorite, Marcial Gómez, Martina Velarde y José Ramírez del Río porque estos van a ser unos nuevos comicios en los que podrían dedicarse a ver series en Netflix o a pasear con sus parejas en vez de apretar manos o cenar sin ganas con simpatizantes. El efecto sería justo el mismo. Lo que hagan o digan en los próximos días va a tener similares consecuencias ya pasen quince horas diarias dando mítines que tres: ninguna. El carajal catalán se ha zampado literalmente la agenda de forma que esas menudencias como la política estatal para el sector del aceite de oliva , la pertinencia de modificar los planes de empleo rural o las estrategias para industrializar determinadas zonas donde la despoblación es evidente han pasado a estar en el fondo de la papelera. Lo más cerca posible del suelo.
La teoría dice que los electores, en España, designamos con los votos a los representantes de nuestra circunscripción, que en el caso de la Constitución aprobada en 1978 es la provincia. Fue una forma sibilina de formalizar un Estado con dos partidos muy fuertes que, llegado el caso, pactasen con una o dos formaciones nacionalistas fuertes en Cataluña y el País Vasco. De todas ellas, solo queda en pie el PNV.
Como consecuencia, el aspirante a diputado tenía la obligación, llámese moral, de realizar una interlocución directa con los problemas del lugar que dice representar. El alineamiento partidista ha borrado cualquier elemento que pueda llevar a un parlamentario equis a discrepar de su partido cuando defiende posiciones lesivas para la comunidad que lo ha elegido. Y en tanto Cataluña es el monotema , todos los demás asuntos quedan circunscritos a los minutos de la basura.
No joroben la alta política con la carretera que necesitan o el pantano que se ha quedado antiguo
Vox ha llenado esta semana, otra vez, su acto electoral en el Palacio de Congresos para reclamar cárcel para el presidente de la Generalitat, el tal Torra. Dados los sondeos, probablemente vean algún cabeza de cartel más para llenar su respectivo acto con sus respectivas ideas sobre Cataluña. Incluso habrá quien reciba todos los aplausos reclamando diálogo para con los catalanes todos, aunque en estos momentos sea difícil conversar con un contenedor en llamas. Si a estas andamos como andamos, prepárense a lo que viene el diez de noviembre. ¿De verdad se cree alguien que va a ser una jornada electoral pacífica, una fiesta de la democracia, una vez que el monstruo ha sido liberado?
No joroben, por tanto, la alta política con la carretera que necesitan, el pantano que se ha quedado antiguo o la financiación que nunca llega para un servicio que llevan reclamando años . El gran triunfo del nacionalismo de las zonas ricas de -con perdón- España consiste en ponerse cada cierto tiempo con los brazos en jarra para recibir el riego generoso de los Presupuestos Generales del Estado . Su barrio puede ser un desastre pero no está en Barcelona con lo cual es menos desastre. Se admiten apuestas de que una de las consecuencias de lo que va a ocurrir es un incremento generoso de la actividad inversora en determinadas zonas a costa, dado lo finito de los recursos públicos, de los de siempre. Tras el palo siempre llega la zanahoria.
Convénzanse, que es lo mejor en estos casos. En este juego del Estado, están los que importan y los que no importan. Y aquí estamos los que no importamos. Probablemente, porque aquí nunca se ha quemado nada .