EL ESTILITA

Las negaciones de Pedro

El presidente del Gobierno se dedica a invocar al fantasma de Franco, que es más peligroso que su cadáver

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez EFE
Javier Tafur

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Fue Fraga , al que le cabía el Estado en la cabeza, según aguda observación de Felipe González , el que pronunció la sentencia memorable: «los socialistas solo aciertan cuando rectifican» . Desde entonces acá hemos tenido ocasiones de comprobarlo, pero quizá nunca tantas como ahora. A Sánchez le empieza a faltar tiempo para contradecirse . El «no es no» de la oposición se ha convertido en el «sí es no» del gobierno. Ya es tarea diaria de los medios de comunicación, sea cual sea su ideología, mostrar las negaciones de Pedro y las consecuentes de sus ministras y ministros . En menos de tres meses, hemos hecho de Cuelgamuros un museo de la memoria y un cementerio olvidado, hemos recogido negritos con alborozo y los hemos expulsado expeditivamente, hemos ofrecido el diálogo sin condiciones a los independentistas y los hemos amenazado con el 155 , hemos abandonado a su suerte al juez Llarena y lo hemos declarado «cuestión de Estado» , incluso hemos sindicado putas y las hemos devuelto al lumpen...

Y así andan, claro, las ministras aludidas (los ministros no pintan nada), con síntomas de paranoia avanzada. Calvo, menos, que está acostumbrada a ponerse en ridículo. Pero es que también se ha puesto en ridículo la Salgado , que no por ser amiga de Garzón lo merece necesariamente. Y, finalmente, la Valerio , que parece una Betty Boop retirada y bastante descompuesta. Lo cual no se si la hará acreedora a las pullas fáciles de las Otras , esas mujeres imponentes, que sí necesitan a los hombres y que han tenido la genialidad de nombrarse elusivamente como lo que son y han sido siempre desde que se inventó el oficio más viejo del mundo . Que conste además el elegantísimo homenaje que ofrecen a doña Concha Piquer, que en el mundo del arte fue «la otra» por encima de cualquier otra.

Y todo esto pasa mientras el presidente del Gobierno , cual insensato espiritista, cual niñato irresponsable jugador de güija , se dedica a invocar el fantasma de Franco , que es sin duda mucho más peligroso que su cadáver. Déjelo estar. Respete la voluntad de un rey que quiso enterrar al caudillo que lo antecedió y proveyó de la corona en el lugar que la cortesía aconsejaba. El Valle de los Caídos es obra de Franco y, en cierto modo, redime su culpa guerrera al reunir, simbólica y físicamente, a las víctimas de ambos bandos , en un recinto erigido en la piedra y bajo la cruz del único hombre que murió por todos, para mantener su memoria imperecedera en una patria ya común. Que nadie olvide esta circunstancia ni ose turbar el reposo de los muertos , so pena de que la historia lo maldiga.

No obstante, nuestros caballos están en el Kremlin marcando el paso de la oca. Y eso es como ganar otra vez la guerra civil y además la mundial. Ver a los señores cordobeses en l a Plaza Roja de Moscú , como si estuvieran en la feria de mayo, remangados y con la gitana a la vera, nos llena de orgullo patrio y de satisfacción provinciana . Esto es más que una pica en Flandes, esto es la División Azul recuperada y victoriosa . ¡Viva la raza española, que es también la andaluza!

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