CRÓNICA

El Nástic iguala con fútbol la pegada del Córdoba (4-4)

La exhibición de Emaná eclipsa el triplete de Florin Andone

Florin Andone celebra uno de sus goles con la afición cordobesista ABC

JOSÉ M. DOMÍNGUEZ

La jornada 32 no parece el momento ideal para que un equipo se reinvente. El Córdoba de José Luis Oltra necesitaría un verano entero de pretemporada para romper con todos sus vicios y edificar algo parecido a un estilo de juego útil . La mejoría que ha buscado el técnico con sus mil sistemas en las últimas jornadas no llega. En su visita al Nástic, el equipo blanquiverde contó con otra novedad: Deivid, como pivote. Pero, a estas alturas, las posiciones poco importan.

Al final, cada semana, el Córdoba exhibe sus mismos defectos y sus mismas virtudes. El resultado depende de en qué medida se conjuguen las sobras y las luces blanquiverdes. Un destello de Fidel a los cinco minutos terminó con una frágil caída del onubense en el área y con el consiguiente gol del extremo desde los once metros. El talento volvía a desequilibrar un duelo muy pronto a favor del Córdoba.

Pero nada había cambiado atrás. El enésimo invento de Oltra en defensa (Stankevicius, Rodas, Bijimine y Abel) iba a sufrir muchísimo para sostener las ofensivas de Emaná y compañía. El camerunés, a sus 34 años, vuelve a recordar a aquel jugador del Betis que se encontraba un par de peldaños por encima del nivel de Segunda. Junto a Madinda y Assoumbre, Emaná imprime al centro del campo tarraconense un sello de anarquía africana inconfundible . Un aire fresco en la categoría que explica por qué el Nástic puede pelear contra los mejores pese a su condición de recién ascendido.

El líder absoluto del juego local, Emaná, tiene ahora el poso de un veterano, pero no ha perdido ni un ápice de atrevimiento. Frena cuando hay que frenar, arriesga cuando la acción lo requiere e inventa. Siempre inventa. Aníbal le agradeció con el tanto del empate una pared genial en el área pasado el primer cuarto de hora. La movilidad y el empuje del Nástic apenas permitía salir al Córdoba, que recurría al de siempre. Florin Andone asumió su responsabilidad.

Ningún defensa quiere defender al rumano, que tiene recursos para destapar las vergüenzas de cualquier zaguero y desde cualquier perfil del ataque. Tras un centro por bajo de Pedro Ríos, remató sin complicaciones para hacer el 1-2 . En el minuto 40, el tanto debía bastar para apagar el fuego del Nástic. Sin embargo, una volea espectacular de Lobato dinamitó de nuevo el encuentro dos minutos más tarde. En plena crisis cordobesista, el intercambio de golpes amenazaba con causar un daño anímico irreparable. Pero, tras el saque de centro, Florin sacó el máximo provecho de un servicio de Caballero . La pegada pesaba más que la debilidad defensiva al descanso. Y ganaba el Córdoba.

Pero ni el Nástic ni su afición , que aplaudió sin mirar el marcador en el asueto, enamorada del fútbol de su equipo , iban a dar por bueno el 2-3. Tampoco debía confiar Oltra en que sus hombres sacasen los tres puntos sin marcar más goles. Porque el cuadro local rondó cada vez con más peligro la meta de Razak tras la reanudación. Las infinitas combinaciones no darían fruto, aunque sí consiguió las tablas Palanca con otra volea desde la frontal .

Se le escapaban más puntos al Córdoba y, posiblemente, se le hubiese escapado también el del empate de no contar en sus filas con el delantero más determinante de la Liga. El cabezazo con el que Florin mandó a las redes un centro de Fidel, a falta de 10 minutos, redondeaba su primer hat-trick con la elástica blanquiverde . Además, tras un partido a pecho descubierto y en uno de los campos más complicados de Segunda, el 3-4 sólo debía llevar aparejada una victoria. La lógica, no obstante, daría nuevamente la espalda a los de Oltra, que concedieron un penalti a falta de cuatro minutos para la conclusión y acabaron defendiendo el 4-4 en inferioridad numérica, tras la expulsión de Deivid .

Emaná, que se lució desde el punto fatídico, compitió con Florin por el estrellato en un partido que sacó lo mejor de los mejores y lo peor de los peores . Pero que deja al Nástic lanzado, crecido y confiado en su camino hacia Primera; y al Córdoba, perdido, completamente desubicado, con un pie fuera de una zona de play-off en la que se había asentado desde el comienzo de la Liga. La pegada, los cuatro goles a domicilio, Florin Andone... El problema es que la balanza también tiene demasiada carga en el otro platillo...

NÁSTIC: Reina; Suzuki, Bouzón, Marí, Mossa; Madinda, Aburjania (Muñiz, m. 64); Assoubre, Emaná, Lobato (Palanca, m. 60), y Aníbal

CÓRDOBA: Razak; Stankevicius, Rodas, Bijimine, Abel; Deivid; Pedro Ríos, Markovic (Luso, m. 70), Caballero, Fidel, y Florin (Xisco, m. 88)

GOLES: 0-1: Fidel, m. 5; 1-1: Aníbal, m. 17; 1-2: Florin, m. 40; 2-2: Lobato, m. 42; 2-3: Florin, m. 43; 3-3: Palanca, m. 69; 3-4: Florin, m. 79; 4-4: Emaná, m. 86

ÁRBITRO: Arias López, del Colegio cántabro. Amonestó a Madinda, Aburjania y Muñiz, por parte local, y a Rodas y Caballero, por parte visitante. Expulsó al cordobesista Deivid, con doble amarilla.

INCIDENCIAS: Trigesimosegunda jornada en Segunda. Partido disputado en el Nou Estadi.

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