Municipal
Una multinacional gana también el contrato de las comidas a domicilio de Córdoba
Ponen en tela de juicio los efectos de las cláusulas sociales
La estrategia del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Córdoba de introducir cláusulas sociales y ambientales en los contratos municipales para que las empresas de economía social y las pymes no están teniendo el efecto deseado, al menos, en los grandes servicios que contrata el Consistorio. Las zonas verdes se las quedará el grupo empresarial ACS mientras que la luz la seguirá suministrando Endesa , al menos, durante el próximo año.
Menos conocido es el caso del servicio de comida a domicilio, la actividad que permite llevar comidas a mayores en todos los barrios de Córdoba. Se trata de la primera licitación que abrió el Consistorio con este tipo de medidas que pretende incluir empresas responsables y con criterios sociales en el presupuesto municipal.
La empresa mejor colocada para ganar esta actividad se llama Eurest. Forma parte de una empresa multinacional que se llama Compass Group que no es exactamente una pyme: tiene presencia en 50 países, sirve 4.000 millones de comidas al año y solo en España cuenta con una plantilla de 11.000 empleados. Se vendió como una licitación pionera y supondrá una facturación de 2,3 millones de euros en dos años.
De todas las empresas que han prestado el servicio, sin duda, Compass Group es la que tiene un mayor tamaño. Esta actividad la llevó a cabo durante muchos años Sercolu , una empresa cordobesa, y posteriormente Ucalsa , contra la que se realizaron acusaciones por la baja calidad de la comida.
Una de las claves de las cláusulas sociales es que pueden ser un arma de doble filo. Implican la realización de inversiones que no todas las empresas pueden desarrollar . En el caso de la comida a domicilio, la clave se encuentra en las exigencias de un tipo de reparto determinado que obligaba adquirir vehículos concretos. En el caso de las zonas verdes , que se premiara el número de contrataciones a efectuar.
En estos casos, además, se trata de contratos relativamente cortos , de no más de dos años. Las empresas se encuentran con la obligación de disponer de instalaciones y maquinaria propia ya que efectuar inversiones nuevas es imposible al no disponer de plazo suficiente para la amortización.
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