Obituario
Muere José Palomares, docente e impulsor del colegio Trinidad Sansueña de Córdoba
Fue su director durante más de tres décadas y recibió de la Santa Sede la medalla 'Pro Eclesia et Pontifice' por su trayectoria
![José Palomares en el interior de una clase en el colegio Trinidad Sansueña en una entrevista con ABC en 2008](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2022/02/19/s/muere-jose-palomares-k7r--1248x698@abc.jpg)
José Palomares García (Linares, 1946), que fuera durante más de tres décadas director del colegio Trinidad Sansueña de Córdoba, ha fallecido esta tarde de forma repentina a los 75 años . Llegó a la ciudad recién finalizada la carrera de Magisterio para formar parte del equipo educativo del entonces Colegio de Sansueña, dirigido por la SAFA .
Tras la marcha de la comunidad de jesuitas, junto a un grupo de profesores y bajo su dirección, deciden seguir adelante con el colegio. Tras muchas vicisitudes, esfuerzo, sacrificio y trabajo dio su fruto convirtiéndose el Colegio Sansueña en un referente para la ciudad. Hoy, el colegio Trinidad Sansueña está integrado en la Fundación Diocesana Santos Mártires de Córdoba .
Tras 33 años como director dejó su cargo en 2008 para continuar como maestro en el mismo centro . Ha ocupado diferentes responsabilidades en el campo educativo: miembro del Patronato San Alberto Magno, presidente de FERE-CECA y EG, Administrador de la Obra Pía Santísima Trinidad y miembro del Consejo Diocesano de la Educación Católica.
En diciembre de 2008 recibía de manos del entonces obispo de Córdoba Juan José Asenjo la medalla 'Pro Eclesia et Pontifice' que la Santa Sede le concedió por su trayectoria profesional, humana y cristiana.
En una entrevista con ABC en 2009 recordaba cómo su padre había sido maestro de la República, aunque fue apartado de la enseñanza como miles de docentes al término de la Guerra Civil, y tuvo que montar una academia privada como medio de sustento. Creció entre pizarras y maceró su formación al calor de las palabras de su progenitor en Linares. «Me inculcó el sentido de la responsabilidad y el esfuerzo. Su vocación era que con la educación se podía hacer algo por el mundo» , decía.
Terminó estudiando en la Escuela de Magisterio de la Sagrada Familia, dirigida por los Jesuitas. Así fue como encarriló su vida por el camino de la enseñanza, que a la postre se convertiría en el auténtico motor de su existencia. Fue un estudiante excepcional, según confesaba con sonrojo, con un expediente atestado de matrículas de honor y número dos de la carrera en Jaén. Su brillante expediente le permitió sortear las oposiciones y le adjudicaron plaza directa en Córdoba en 1971 .