Gastronomía

Moriles presenta en sociedad el próximo día 28 de noviembre el «nacimiento» de sus nuevos vinos

La Gran Fiesta del Vino Nuevo vuelve con catas y degustaciones impulsada por la asociación de bodegueros locales

Tinaja con vino almacenado de la temporada Valerio Merino
David Jurado

David Jurado

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La Asociación de Bodegueros de Moriles cumple a rajatabla el refrán de «por San Andrés, el mosto…vino es» y vuelve a celebrar la fiesta del vino nuevo con una cata a celebrar el próximo día 28 de noviembre en la plaza de la Constitución , actividad que, según informan desde el colectivo de bodegueros, en caso de lluvia se trasladará a la caseta municipal . Con el regreso de esta iniciativa, que busca dar continuidad al éxito de visitas que tuvo la pasada Cata del Vino , se quiere cerrar el círculo y presentar en sociedad a los miles de visitantes que visitaron las bodegas locales durante los pasados días 23 y 24 de octubre el nacimiento de los nuevos vinos, también llamados vinos del año, vinos frescos, vinos de cono o vinos de tinaja como son mayormente conocidos.

La Gran Fiesta del Vino Nuevo , que este año celebra su decimocuarta edición, devolverá al municipio el ambiente festivo y alegre de la fiesta popular truncada por la pandemia. Volverá también la tradición consistente en la invitación a los visitantes, «cada vez más numerosos y proveniente de lugares más lejanos», de platos autóctonos y vinculados a la tradición vitivinícola de la localidad: como las tradicionales migas y gachas de mosto.

Se encargarán de elaborar estos platos la Asociación de Mujeres Zapatereñas , que custodian bajo este nombre la antigua nomenclatura de Moriles, cuando la centenaria aldea de Zapateros , no independiente aún, ya «cuidaba las viñas y elaboraba los vinos de su territorio que siempre se llamó Ruedos de Moriles y Moriles Altos (Zona de Calidad Superior de la DO)», explica la asociación de bodegueros en un comunicado.

Vendimia «complicada»

En el mismo se apunta que Moriles, con su emancipación de Aguilar de la Frontera, tomó para sí el nombre de su territorio circundante y se convirtió en lo que hoy es, «un lugar cercano, amable, de gentes sencillas, abiertas a todos, que sabe elaborar los mejores vinos del mundo».

En cuanto a los vinos de tinaja de esta temporada, los bodegueros apuntan que el año agrícola pasado fue difícil, con escasas lluvias, mal repartidas y, para colmo, llegó la ola de calor intenso a finales de julio y primeros de agosto que adelantó todo «porque el fantasma de la sobremaduración, la pasificación, planeaba sobre los racimos, pero una vez más la sabiduría y la profesionalidad del sector, de viticultores y bodegueros han obrado el milagro », que se presentará en copa el próximo domingo a los visitantes.

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