«Ya he llegado a mi límite»
Soy Eva Egea Torres una de las afectadas por este señor (Cristian Menacho) y su madre (Ángeles Muñoz). Empecé a trabajar el diciembre del año pasado junto a más compañeros llamada por el INEM como parada de larga duración. No tengo que explicar a nadie la ilusión con la que tomas un nuevo empleo después de terminar la carrera y trabajar en todo lo que sale menos lo mío (soy maestra). Después de varias entrevistas el puesto es mío. Mucha felicidad al pensar que voy a tener trabajo durante seis meses.
Se forma un grupo de trabajo lleno de profesionales cualificados para llevar proyectos en el Barrio Guadalquivir . Me gustaría decir que soy vecina del barrio y tengo una ilusión especial en el puesto. Empezamos a trabajar y nos dura poco la felicidad al descubrir que no nos dejan trabajar las ocho horas que nos ponen en contrato, solo podemos trabajar seis y estamos obligados a dar una parte alta de nuestro sueldo en sobre a estos señores. Como podrán imaginar el ambiente de trabajo se volvió tenso y los corrillos no pararon.
Nos plantamos ante ellos pidiendo explicaciones y pidiendo las horas que nos correspondían pero sin conseguirlas. Aparte del dinero de las dos horas diarias que nos querían robar (y digo robar porque es su nombre) nos dimos cuenta de que nos querían quitar 150 euros más de nuestro sueldo ya rebajado.
Al darnos cuenta también de la segunda estafa organizamos la famosa reunión que todo el mundo a día de hoy ha podido escuchar. Estoy hablando de dinero pero es lo que menos hemos soportado. Nos metieron en una sala pequeña a 10 personas teniendo a la señora fumando todo el día en su despacho por el que teníamos que pasar. Con una trabajadora embarazada dentro a la que soltó que eso es lo que había en una ocasión.
Hemos soportado ver cómo se le ha faltado al respeto a otra por negarse a pagar con adjetivos que mejor ni volver a repetir. Se nos ha intimidado cada día diciendo que su partido político los apoya en todo y demostrando nos el poder que tienen dentro de el llegando incluso a obligar a los trabajadores a ir a actos políticos de relleno para la foto cada vez que aparecía una visita política en Córdoba. Hemos aguantado la falta de preparación de este señor que no tiene ni idea de lo que es ni un proyecto y mucho menos llevarlo a cabo. Éramos números en su bolsillo cada mes.
No soy aficionada a escribir por las redes sociales pero ya he llegado a mi límite al ver tanta hipocresía. Se han aprovechado de nosotros y enriquecido a costa de lo más vulnerable que hay en este momento que es una persona joven parada. Soy testigo de cada uno de esos seis meses en los que se nos ha mentido, en lo que no se han llevado esos talleres a término por falta de responsabilidad y de cómo se sacaba el dinero hasta al último mono que apareció allí.
Lo tenemos denunciados y no somos uno ni dos somos muchas personas afectadas por esta pandilla de impresentables. Que a día de hoy siguen jugando con las personas más débiles. Sólo esperamos que se haga justicia de una vez y que nadie más pase por lo que hemos pasado nosotros nunca más. Es de vergüenza lo que hemos vivido y soportado allí dentro por el simple hecho de necesitar el dinero. Tenemos todas la pruebas en Inspección que no dio la razón. En la Junta de Andalucía que también nos la ha dado. Y estamos a la espera de un juicio para recuperar el dinero que se nos ha robado. Y que hemos visto gastar a manos llenas porque viven con un nivel de vida que ya le gustaría a más de uno/a por el simple hecho de pertenecer a un partido político.
Yo soy apolítica , mi único delito ha sido estudiar duro y trabajar al igual que todos mis compañeros/as. Nosotros no necesitamos ir con palmeros a ningún sitio porque tenemos pruebas que demuestran que lo que hemos vivido por desgracia es real. Podemos escribir un libro lleno de capítulos de todo lo que hemos visto allí cosa que puedo asegurar que ha sido surrealista. Nosotros no somos los malos, somos personas valientes que han dicho basta de aguantar que nos robe hasta el último mono.