Pretérito Imperfecto

Mordida en hueso

Del caso de la Fundación Guadalquivir parece que lo sabemos todo, pero, ¿dónde está el dinero desviado...?

Ángeles Muñoz y su hijo Cristian Menacho entrando al juzgado para declarar VALERIO MERINO
Francisco Poyato

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La investigación judicial sobre el «caso Mordidas» de la Fundación Guadalquivir, destapado por ABC hace más de tres años, ha terminado. La jueza entiende que la cúpula del entramado asociativo incardinado en este barrio humilde de Córdoba es presunta responsable de un delito contra el derecho de los trabajadores y dos delitos de fraude en ayudas públicas. Hablamos de Angelita Muñoz , la matriarca del clan, su hijo Cristian Menacho , y el colaborador de ambos José Antonio González que desplegaban sus tejemanejes en la Asociación Jóvenes para el Futuro, la Fundación Guadalquivir Futuro y la Asociación de Vecinos Nuevo Guadalquivir.

La sinopsis del asunto es bien conocida. La Junta de Andalucía aprueba una línea de ayudas para contratar a parados de más de 30 años (los Programas Emple@) , convocatoria a la que acuden los investigados y de la que obtienen casi medio millón de euros . Contratos por obra y servicio de medio año con diferentes salarios y tareas. Angelita y compañía empiezan a exigir a los concurrentes una parte del sueldo como «donación voluntaria» si quieren trabajar . Estamos ante un barrio con malos índices de empleabilidad, formación y renta. Con absentismo escolar y dificultades para salir adelante. Es un programa de ayuda a estos colectivos marginales, y se convierte en una palanca para desviar dinero abusando de los susceptibles beneficiarios. Bazofia moral y con serios indicios de ser delictiva, con penas de varios años en prisión en juego.

Menacho y su madre formaron parte del PSOE cordobés . El primero era en esos momentos el líder de las Juventudes Socialistas de Córdoba capital. Había ido con Ambrosio en su candidatura a las municipales de 2015. Angelita era un «pope» socialista en le Distrito Sur. Poco o casi nada se movía sin que su efervescente puesta en escena lo supiera. Sus vínculos con los hermanos Durán eran evidentes. Fue en la lista de Juan Pablo en 2011. Pedro Sánchez, el entonces candidato socialista, pasó por su chiringuito. Si había que llenarle a Susana Díaz los mítines, ahí estaba Angelita y el Cristian (sic); y como ella mismo pregonaba, «sólo tenía que levantar el teléfono para...».

Al entramado de la Fundación Guadalquivir lo regaron muy bien de ayudas desde la Junta de Andalucía , que concertó paquetes de subvenciones para parados y hasta el reparto de alimentos que luego, como está denunciado, acabaron en Jerez de la Frontera para la familia. Diputación y Ayuntamiento entraron, aunque la mayonesa se les cortó cuando este periódico desveló las prácticas de los procesados y en el entorno del PSOE cordobés empezó a cundir cierto nerviosismo que terminó en un claro cortafuegos con la interfecta.

Llegados a este punto, el juicio puede ser revelador. Sabemos el «modus operandi» de la mordida, que parece haber hincado la mandíbula en hueso. Conocemos las cantidades defraudadas. Las argumentaciones jurídicas y las posiciones de las partes acusatorias -hasta doce años en total de penas carcelarias y 500.000 euros de responsabilidad civil-. E incluso por la vía Social, antecedentes condenatorios de otros trabajadores -hasta 35 participaron en este programa bajo el control de los entes del Guadalquivir-. Pero, ¿dónde está el dinero de las mordidas...? Para esta pregunta parece que aún no hay respuesta, o no ha habido suficientes pruebas que nos apunten el destino del dinero desviado y nos arrojen luz. Y las sesiones finales pueden ser también atractivas si alguno de los procesados termina desvelando algún secreto inconfesable hasta ahora... Serán otras mordidas.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación