Francisco J. Poyato - PRETÉRITO IMPERFECTO

La mordida de Ángeles

Ángeles la de Jerez y su agenda de contactos mandaban mucho en el barrio del Guadalquivir

Pronto establecieron el cordón sanitario cuando intuyeron el virus. El cortafuegos que en un instante manda la complicidad a tomar viento. El hilo directo se rompe y el olvido toma posesión. Así es como la política y sus tripas usan y tiran a sus peones, ingenuos por creer conformar la cúspide del sistema, prescindibles como la última rebanada de pan de molde cuando el alimento se acaba. A Ángeles la de Jerez , como es conocida en los ambientes la presidenta de la Fundación Guadalquivir , se le apagaron de repente todos los móviles que manejaba en su agenda de contactos con una soltura pasmosa. Ella, mujer aguerrida y ardorosa en el fragor, una especie de self-made-woman de estética sandokaniana , y capaz de cantarle las cuarenta a Doñarrosa en medio del pasillo central del Salón de Plenos de Capitulares cuando se le ocurrió a la entidad gitana Facca montar un centro social en el barrio del Guadalquivir, era una pieza clave en el circuito clientelar y propagandístico de los socialistas cordobeses en el Distrito Sur . Comisaria de control, acción, reacción y fidelización de una «clientela» que veían en ella algo más que una concejala. Marcaba con sus rollizos dedos el teclado, y al otro lado podía aparecer doña María Isabel , nuestra alcaldesa de la ambrosía, para resolver los contratiempos del ciudadano de a pie. O Juan Pablo , que la llevó en su lista al Ayuntamiento de Córdoba en 2011. O Inmaculada... Porque Ángeles la de Jerez mandaba tela, por encima de siglas, y era como una madre del barrio.

Que venía Susana Díaz a dar un mitin a la plaza de la Unidad , allí que Ángeles, previa llamada del aparato del Sector Sur controlado por los hermanos Durán, reclutaba contratados del programa Emple@ , figurantes y devotos de la presidenta para ocupar sillas y engordar el aforo con sus palmas. Han podido contemplar la fotografía que este mismo viernes publicaba este periódico. En ella se veía al presidente de la Asociación Jóvenes por el Futuro, Cristian Menacho (hijo de Ángeles) -la otra oenegé del entramado «mordedor» sancionado por la Junta-, haciendo de público en el discurso del propio presidente del Parlamento andaluz, el inefable Juan Pablo Durán. Paseos electorales con doña María Isabel y su equipo (Cristian de número siete en la candidatura), acto con Pedro Sánchez en un colectivo de mayores, reunión de Doñarrosa con vecinos del Sector Sur..., allí que estaba Ángeles.

En el código de la calle, el intercambio de favores es moneda común, por lo que la presidenta del conglomerado fundacional del Guadalquivir sabía que no daba pasos en balde ni tocaba teclas sin partitura. Pero cuando estalló el escándalo de las «donaciones» del sueldo de los parados que contrató con fondos de la Junta, a Ángeles la de Jerez se le borraron todas las rutas trazadas en su hábil esquema mental. Pensó que la protegerían, pero se vio sola trazando una especie de estratagema napoleónica de tierra quemada. Sin dejar huellas ni rastro en medio de un fango movedizo y putrefacto.

En aquel mismo circuito interno, el silencio se apoderó de los tiempos. Como suele ocurrir en esta Córdoba de políticos viciados, esperaron a que escampara para pasar el dolor. Hubo incluso quien de forma altanera, como la delegada del Gobierno andaluz en Córdoba, Rafaela Crespín , descalificó a las víctimas del timo emplazándoles a que colocaran sus agallas delante de una toga. Pero la Junta se vio obligada a actuar, instada por los profesionales de la Inspección de Trabajo y por la losa de la inacción convertida en estructura delictiva de eres y cursos de formación. Y con una contundencia elogiable, dictó sentencia. La «mordida» se indigestó. Pero hay quien piensa todavía en el barrio que Ángeles la de Jerez no ha dado aún su última «mordida».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación