Misterios de la Arqueología
70 años del descubrimiento del templo romano de Claudio Marcelo en Córdoba: así era el colosal edificio
Fue levantado en el siglo I d.C., hallado en 1951, y estaba integrado en un conjunto con una plaza y el circo
El templo romano de Córdoba en la calle Claudio Marcelo, cuyos restos afloraron en 1951, debió de ser visible desde kilómetros a la redonda en la época imperial. Ubicado sobre un promontorio a la entrada de la ciudad y fuera de la muralla oriental de la Colonia Patricia, servía como un símbolo de poder y del prestigio de la ciudad.
A Córdoba se accedía desde el Levante a través de la vía Augusta , que circulaba aproximadamente por la actual calle San Pablo. Lo primero que veía el visitante era un complejo monumental dominado por el templo romano, pero en el que también había una gran plaza , terrazas y el circo .
Las dimensiones del edificio de culto eran enormes. Se calcula que tenía unos 9 metros de altura, a los que hay que añadir un podio de otros 3,5 metros. En total, como un bloque de cuatro pisos . Estaba hecho enteramente de mármol , para lo que se necesitaron un robustos cimientos que aguantaran el peso de la piedra y que aún hoy pueden verse en su ubicación.
Se trata de un templo hexástilo -esto es, con seis columnas en su fachada principal-, una de las tipologías más abundantes en la época clásica, tanto en Roma como en Grecia, con capiteles de estilo corintio y fustes estriados . Estaba precedido por un altar o ara.
Los arqueólogos piensan que su aspecto original debió ser muy parecido al de la conocida como «Maison Carrée» («casa cuadrada» en francés) de Nîmes, en Francia , que se conserva en muy buen estado. De ahí proceden recreaciones que le atribuyen al templo de Claudio Marcelo un frontispicio triangular que debió estar profusamente decorado.
Para levantar este monumental edificio hubo que derruir parte de la muralla oriental de la colonia. En torno al templo se levantó una gran plaza cuadrada y porticada de 77 metros de lado , si bien el edificio en sí medía 32 metros de largo por 16 de ancho , en una relación cuadrangular perfecta.
El complejo estaba formado por el templo, la gran plaza abierta, el acceso oriental de la ciudad y el circo donde se celebraban carreras ecuestres. Todo ello ha llevado a algunos investigadores a deducir que toda la zona estuvo dedicada al culto imperal .
Las obras de construcción del templo romano de la calle Claudio Marcelo comenzaron a mediados del siglo I d.C. , durante el reinado del emperador Claudio , si bien no terminaron hasta el mandato de Domiciano , al término de la misma centuria. Sobrevivió hasta comienzos del siglo IV d.C., cuando probablemente fue desmantelado para utilizar sus materiales en otras construcciones tras haber perdido su función inicial.
El hallazgo
El templo fue descubierto en unas excavaciones para reformar el antiguo Ayuntamiento que comenzaron en 1951 , hace ahora justo 70 años. El hallazgo no fue del todo casual, ya que desde el siglo XVI se sabía que en la zona abundaba el mármol elaborado (era conocida entonces como «los marmolejos»).
No obstante, aún hicieron falta más trabajos posteriores hasta determinar que el edificio que se había hallado se correspondía con un templo de grandes dimensiones , como lo conocemos hoy. Su aspecto actual es fruto de una recreación de esa época.
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