Coronavirus en Córdoba

Una misma epidemia con dos impactos muy distintos: del drama de Torrecampo a la inmune Nueva Carteya

El pueblo torrecampeño ha tenido cinco fallecidos mientras el carteyano no ha tenido ni un caso

Una madre con su hijo en Torrecampo Quercus

J. L. / M. B.

La del coronavirus es una epidemia mundial con singularidades locales. Sólo hay que mirar en Córdoba a dos de sus pueblecitos, Torrecampo, que ha sufrido cinco muertes , y Nueva Carteya , que no ha registrado aún ni un positivo. En el primer municipio , si no hubiera sido por la explosión del coronavirus, deberían estar estos días de intensos preparativos para las fiestas de Nuestra Señora de las Veredas, pero la pandemia se ha llevado por delante la celebración, aunque los balcones se siguen mostrando como un reducto de normalidad, la realidad es extremadamente diferente. El silencio impera más que nunca en una localidad muy golpeada por el coronavirus ya que desde el inicio de la pandemia ha registrado 2 5 positivos confirmados y, lo que es más trágico, cinco fallecimientos . Todo ello, en una población de 1.059 habitantes, según el INE .

Aunque la situación ha variado y mejorado con respecto a los primeros días de pandemia , el coronavirus se deja notar en un municipio que mira al futuro con incertidumbre. Muestra de ello es uno de los panaderos del pueblo, que ahora se dedica al reparto a domicilio para «facilitar la tarea a los mayores». « Está todo parado: nosotros con la panadería, la churrería, aunque repartimos algo a domicilio para mantenernos activos», explica. Es el temor de quienes han visto caer en picado sus ingresos por el cierre de sus negocios.

Pero, ¿cómo han sido estos días en Torrecampo? Esa es la pregunta que se repite y ante la que los vecinos no dudan, h an sido «muy duros». «Es que en Pozoblanco, por ejemplo, hay 24 casos y casi 17.000 habitantes, compara con lo que ha ocurrido aquí», comenta un vecino a la periodista. El foco de los contagios , como ha ocurrido en muchos lugares, fue la residencia del municipio ahora cerrada tanto para las visitas como para aportar cualquier tipo de información. «Y a hablaremos cuando pase todo esto e indicaremos cómo lo hemos vivido », indica uno de los responsables del centro que concitó las miradas en el inicio de la crisis ya que uno de los primeros fallecimientos de la provincia tuvo lugar en dicha residencia. Con todo, la situación ha mejorado notablemente y ya se respira más tranquilidad en el municipio cuyos vecinos siguen las normas marcadas. Y es complicado ver a alguien sin las medidas de protección recomendadas.

Uno de los lugares donde el paso del tiempo se puede calibrar mejor y ver cómo se ha pasado de la «dureza» de los primeros días a una relativa tranquilidad es en la farmacia. «Al principio distribuíamos los medicamentos por domicilios y te veían las personas mayores y era increíble; afortunadamente esa tensión se ha reducido, pero hemos pasado días muy duros», explica la farmacéutica.

Desde el Ayuntamiento de la localidad también se ha seguido al segundo la evolución de la pandemia , «siendo uno más», como explicó hace unos días la alcaldesa de la localidad, Francisca Alamillo. Ahora el Consistorio tendrá que estudiar cómo sumarse al resto de administraciones para mitigar los efectos de la crisis en una localidad que quiere olvidar haber tenido una incidencia tan importante del coronavirus y que ya quiere mirar al futuro, aunque sea con incertidumbre que asola en estos días de pandemia.

Por lo pronto, el trabajo de la regidora empieza y termina cada día en la residencia , que se vio golpeada por la epidemia. «Tenemos que estar a disposición de lo que necesite el municipio, somos uno más», relata. La presión para la alcaldesa , que no lleva en el cargo ni un año , se centra en que « tenemos mucha responsabilidad porque tenemos mucha población mayor y queremos lo mejor para ellos, pones todos los medios que hay disponibles y ves que no es suficiente. Eso te crea rabia, impotencia, lo pones todo y ves que no llegas, por mucho que quieras».

Alamillo valora el trabajo que están haciendo las administraciones y dice «no tener quejas» respecto a la llegada de material porque «lo que hemos pedido nos lo han facilitado en todo este tiempo». Una colaboración entre instituciones que pide que se mantenga a la hora de poner los medios y recursos necesarios para salir de la crisis económica que se derivará de la sanitaria. «Nuestros pueblos son pequeños. Va a ser duro y ahí tenemos que ir todas las administraciones de la mano», expone.

Atiende la alcaldesa en un día duro de trabajo . El virus no da tregua y ahora más que nunca hay que seguir trabajando, aunque haya días que «las malas noticias provoquen bajones», pero hay otros que «compensan porque las noticias son positivas, lo importante es salir de esta situación».

La realidad de esta crisis es tan compleja que basta desplazarse al Sur , a Nueva Carteya y encontrar un pueblo bastante más grande que Torrecampo, pero que resiste a la pandemia. Este municipio tiene censadas 5.379 personas , que han llevado el aislamiento a rajatabla , y no ha registrado, a día de hoy, ningún positivo por covid-19. Sólo hace falta dar una vuelta por esta localidad para ver que la distancia de seguridad se sigue respetando.

Población «concienciada»

«La gente está concienciada y el grado de confinamiento está siendo muy alto », explica Vicente Tapia, su alcalde. Torrecampo fue de los primeros municipios en activar el Plan de Emergencia . Dos claves importantes para que Nueva Carteya continúe ausente de positivos. Y eso que es esta semana cuando se están empezando a realizar los primeros test. «Esto depende de Diputación y primero se han centrado en los casos más urgentes», aunque ya se están haciendo pruebas a las trabajadoras de ayuda a domicilio, uno de los colectivos más expuestos, que además tratan directamente con personas vulnerables. De momento, nadie ha presentado síntomas.

En las calles del pueblo, trabajadores como Miguel Torralbo, repartidor de Correos , no han cesado su actividad durante esta cuarentena. «Estamos de forma alterna los dos carteros de aquí, nos turnamos un día cada uno», explica. Su trabajo no para : «Cuando nos entran las cartas de la luz, es como siempre . Eso no cambia. Sí es diferente que ya no entra paquetería y el envío de notificaciones porque también se han estancado ». En Nueva Carteya, se ve tránsito, pero los residentes dicen que eso ha sido desde este fin de semana. «Antes no veías un alma y la Policía patrullaba mucho. Si salías a comprar debías ir con el ticket en la mano. Aquí ha habido mucha vigilancia», añade Torralbo.

«En general, sí se han respetado las restricciones , pero siempre se ve más movimiento por la mañana», confirma un agente municipal. Policía Local y Guardia Civil han aunado fuerzas ante esta situación para coordinar actuaciones. «Ahora será más complicado de vigilar con el tema de que ya pueden salir los niños. Es casi imposible controlar el tiempo».

Otros comercios que tampoco han parado han sido los estancos . «No cerramos porque le recaudamos impuestos al Estado, el 82% del valor del tabaco va para el Gobierno», declara tajante Jesús Pérez, propietario del estanco Jesús y Vicky. Eso sí, el negocio se ha resentido: « Me ha bajado la venta un 50% porque para nosotros la segunda venta de tabaco son los bares y ahora están cerrados».

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