FALLECIMIENTO
El Ministerio de Interior rumano suspende la licencia a la empresa de ambulancias que trasladó a Ekeng
La autopsia revela que el excordobesista tenía «un corazón grande para la práctica del deporte»
La autopsia del excordobesista Patrick Ekeng , que falleció el viernes tras desplomarse mientras jugaba con el Dinamo de Bucarest ante el Viitorul, ha revelado, según informan los medios rumanos, que «hemos encontrado un corazón más grande» de lo normal «para la práctica del deporte» de alto nivel. A juicio de los forenses, tenía «una hipertrofia que p redispone a arritmias y paros cardiacos ». De hecho, sentenciaron que Ekeng «tenía un problema del corazón» y que ésta «fue la causa de la muerte».
Las preguntas que ahora se hace el mundo del fútbol es cómo ninguna revisión detectó estos problemas cardiacos del centrocampista internacional por Camerún , que murió a los 26 años después de jugar siete minutos ante el Viitorul.
Además, la polémica por los medios de asistencia que recibió Ekeng también están sobre la mesa. De hecho, ha quedado demostrado que la ambulancia que transportó al jugador al hospital no tenía desfibrilador y ni los requisitos indispensables para atender una urgencia de esta magnitud.
Por este motivo, el Ministerio del Interior de Rumanía detalló ayer que la investigación llevada a cabo tras la muerte del excordobesista ha revelado que la ambulancia tenía un «equipo defectuoso y algunos medicamentos estaban caducados».
Esta situación ha provocado la inmediata reacción del Ministerio de Interior rumano. La primera medida disciplinaria ha sido «suspender la licencia a la empresa privada (que gestiona las ambulancias) durante al menos 30 días» y ha impuesto multas de casi 6.000 euros «después de una investigación realizada por un equipo de personal profesional y cualificado». En el colmo del despropósito, añade que había ambulancias que tenían «desfibriladores con baterías agotadas» y que «algunos de los medicamentos utilizados estaban caducados».
El sindicato internacional de futbolistas FIFPro ha criticado a través de un comunicado que «es evidente que algunos clubes rumanos escatiman en instalaciones médicas», e insiste en que «por 400 euros por partido, el club habría tenido un equipamiento de última generación». La esposa de Ekeng llegará hoy a Bucarest.