MEZQUITA-CATEDRAL DE CÓRDOBA
Método, información y valores constructivos: así se interviene en la Mezquita-Catedral de Córdoba
El arquitecto Sebastián Herrero y el arqueólogo Raimundo Ortiz hablan de cómo actuar en el edificio
¿Cómo se actúa en la conservación y restauración de un edificio como la Mezquita-Catedral de Córdoba ? ¿Qué fases hay que seguir? El método es sistemático y lleno de meticulosidad, y lo pudieron conocer quienes asistieron este martes a la conferencia que ofrecieron dos profesionales habituados a trabajar en el edificio: el arqueólogo Raimundo Ortiz y el arquitecto Sebastián Herrero . Los dos desgranaron sus sistemas de trabajo con todo detalle en un acto organizado por la Asociación de Amigos de Medina Azahara en el Colegio de Arquitectos de Córdoba.
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El mismo título de la conferencia ya explicaba de alguna forma el objetivo: investigar , documentar , intervenir y difundir . A hablar de los dos primeros se dedicó Raimundo Ortiz, que recordó cómo ambos están al frente de equipos multidisciplinares de profesionales que analizan el trabajo desde varios puntos de vista. «La investigación tiene varias fases, como el planteamieno de objetivos , la recogida de datos y la toma de decisiones, que anteceden a la intervención», afirmó.
Método rápido, agil y flexible
El método de interpretación, recordó, tenía que analizar a la vez el subsuelo y las estructuras sobre rasante , debía ser rápido y ágil, y también flexible. Por eso hacía falta una herramienta de trabajo «para agregar todos los datos en un mismo lugar», y eso no podía ser más que informático.
El trabajo, además de mucha investigación bibliográfica, implica lo que el arqueólogo llamó la «zonificación» del edificio, lo que implica crear «unidades de intervención» que permitan delimitar bien los sitios en los que es necesario primero estudiar y más tarde actuar. Es importante, recordó, el análisis del revestimento , ver las sucesivas capas, pero también los sondeos del subsuelo, donde se pueden aplicar las nuevas tecnologías.
La fotogrametría es una técnica fundamental en esta fase, igual que la gestión de la información, que se hace a través de un sistema que se llama SIG. «La metodología obtiene los datos de forma ordenada», y los integra en una base de datos vinculada a un sistema gráfico bien definido. Ahí tomó el relevo el arquitecto Sebastián Herrero, que recordó que al intervenir, el profesional tiene que « hacer legible el edificio, que sea comprensible y conservar la autenticidad» frente a la originalidad. Es algo que ya defendió en un libro fruto de su experiencia como arquitecto restaurador.
El arquitecto abogó por velar por la tradición y conservar ciertas técnicas constructivas
Abogó por conservar el patrimonio inmaterial , y no sólo el material, y ahí incluyó «la tradición, los valores y las técnicas constructivas» que hicieron posible el monumento. Se centró especialmente en las intervenciones en la cubierta , que definió como «la quinta fachada ». Tienen mucha importancia en la configuración del monumento y por eso puso ejemplos de cómo se había actuado en distintas naves y en puntos concretos, como las de la Capilla Real , que presentaba algunos problemas de impermeabilidad, y la del Espíritu Santo.
Analizó una de las intervenciones del arquitecto Ricardo Velázquez Bosco y mostró su punto de vista de que este tipo de acciones son «tan importantes como una pieza del mosaico de Alhakén II». Su intervención estuvo llena de ejemplos prácticos , como la recuperación de la tarjea que evacúa el agua del Patio de los Naranjos, o la mejora del pavimento de chinos , que era lo tradicional y que en 1980 presentaba un estado de conservacion muy delicado por culpa de algunos hundimientos. Es más, habló de la fragilidad de la fábrica y del enfoscado que la cubría, para evitar la disgregación de la piedra calcarenita, y que se renovó por última vez para la visita de Isabel II en 1861.