ARTE
¿Es un meteorito o un volcán? Los espejismos en el Festival Flora de Córdoba
Las instalaciones del festival desafían la imaginación de los visitantes, que juegan a leer la mente del artista
Los ecos de las vanguardias del arte floral, tras más de una semana resonando, siguen ejerciendo su poder de atracción hacia las puertas de los cinco patios que participan en Flora . En el Patio del Reloj de la Diputación de Córdoba, teñido de color por la obra de la rusa Natalia Zhizhko , suena en bucle «Here comes the sun». Mientras sus padres tratan de adivinar el nombre de una flor que les resulta familiar, los niños se entretienen con la superficie reflectante que rodea la fuente central y deforma las caras de quien se mira en ella. Que cada cual elija su reclamo.
Para llegar hasta la instalación de Honghui Yu en el Patio de las Columnas del Palacio de Viana hay que pasar primero por las dependencias de esta antigua casa solariega. Como resultado del contraste, el impacto es mayor cuando aparece el montaje de cristal y flores con el que el artista chino ha vestido la alberca central del patio. «Me dan ganas de Navidad», comenta a sus amigos una joven que ha encontrado similitudes entre las esferas brillantes que sostienen las flores y las bolas ornamentales de los abetos.
El simbolismo de las creaciones que forman parte de Flora deja espacio a todo tipo de lecturas. En el Palacio de Orive , dos mujeres creen ver un volcán en la obra de la cordobesa Lola Guerrera. « Perseidas », que así se llama la instalación, representa sin embargo un meteorito a punto de impactar contra la tierra, que deja tras de sí un haz de pétalos secos.
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Precisamente la obra ganadora del certamen es la más figurativa y que, por tanto, deja menos espacio a la imaginación. Todo el que entra en el patio de la Escuela de Artes Mateo Inurria para contemplar la obra de Mark Colle coincide en señalar la nostalgia que inspira su parque infantil hecho a base de coloridas flores, en el que cualquiera querría columpiarse. Colle se ha tomado en serio la temática de esta edición, el juego , y la ha plasmado en piezas fácilmente reconocibles para todo aquel que haya sido niño alguna vez: una apuesta segura de público objetivo.
Suele decirse que todo el mundo lleva dentro a un concejal de Urbanismo o a uno de Movilidad, porque está seguro de tener las claves para ordenar de una vez la ciudad y el tráfico sin tener que despeinarse. Desde que Flora aterrizó en Córdoba hace ya un año, los cordobeses parecen llevar dentro, además, a un experto en arte floral. «Este año ha bajado el nivel», sentencia un visitante tras dar un repaso a la obra del japonés Hideyuki Niwa en la Posada del Potro , que se ha alzado con el segundo premio del concurso.
En la larguísima cola para acceder al patio que la guarda, otro hombre se entretiene explicando a su mujer que los montajes que van a ver «los ha hecho un artista chino y se los ha regalado al Ayuntamiento». El hombre tiene las claves pero le falta ordenarlas: el chino que está detrás de Flora no es artista, sino empresario , y las instalaciones, obra de creadores llegados de distintas partes del mundo, son obras efímeras creadas con motivo del concurso. Se quedarán en Córdoba, sí, pero sólo hasta el próximo domingo .
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