Agricultura
Mejores precios y una mayor demanda de la industria «abonarán» el renacer del girasol en Córdoba
La superficie cultivada en Córdoba se ha reducido más de un 47% en el último lustro
El girasol es un cultivo que tradicionalmente ha estado muy presente por toda la campiña de Córdoba , pero que en los últimos años ha sufrido una profunda crisis vinculada principalmente a aspectos comerciales. Sin embargo, hay algunos indicadores que apuntan que esta situación puede sufrir un giro de 180 grados en el futuro más inmediato, tal y como se puso de manifiesto el pasado miércoles en la jornada titulada «Claves del cultivo de girasol y su rentabilidad», organizada por Asaja y por la firma agraria Cetisur, con sede en Fernán Núñez.
Los datos en los últimos años son claros. Según la Consejería de Agricultura , Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, al cierre de 2009 había contabilizadas un total de 27.491 hectáreas de girasol en Córdoba. Son 836 menos que 12 meses antes, lo que supone un descenso del 3 por ciento. La caída es más evidente si la comparación es en relación a hace un lustro. En ese caso la merma de superficie llega a más del 47 por ciento. No obstante, la provincia se mantiene en tercera posición , solo por detrás de Sevilla (103.800 hectáreas) y Cádiz (57.678). En cuanto a la producción, este año se llegó a las 29.564 toneladas.
El gerente de Cetisur, Alfonso Moren o, señaló a ABC que las causas principales de la crisis de este cultivo son dos. Por un lado, «los últimos años han estado marcados por la sequía , especialmente en primavera que es cuando tiene lugar la campaña de recogida del girasol». Del mismo modo, muchas explotaciones han ido sustituyendo sus tierras en los últimos ejercicios por cultivos más rentables como es el caso del olivar y el almendro.
Desde su punto de vista, esta circunstancia es consecuencia del aumento de plantaciones en Rusia y Ucrania , lo que da lugar a más existencias en el mercado.
Optimismo
Sin embargo, en la jornada que tuvo lugar la semana pasada se lanzó un mensaje de optimismo en relación al futuro de este producto y se analizaron las claves para mejorar su rentabilidad. Moreno indicó que una de ellas es la elección de la variedad en cada temporada. «Es muy importante que el agricultor elija una u otra tipología de girasol con un menor o mayor techo de producción en función de la climatología del año en concreto y del tipo de terreno donde se siembre», resaltó el directivo.
A su juicio, también hay que tener en cuenta las variedades que son más resistentes a las plagas y a las enfermedades, como es el caso del mildiu. La otra clave a la hora de mejorar la rentabilidad del cultivo es la introducción de la tecnología.
El representante de Cetisur destacó las posibilidades del aceite de girasol alto oleico . En este sentido, apuntó que se trata de una grasa que cada vez es más demandada por la industria alimentaria, lo que se traduce en unos mejores precios para el agricultor. Según un estudio de esta empresa, la cotización media del alto oleico en la última década ha sido de 0,41 euros por kilo, mientras que actualmente estos valores se colocan en los 0,45 euros, casi un 10 por ciento más.
Moreno también reveló que la mala fama del aceite de palma está originando que muchas firmas alimentarias estén abandonando este ingrediente en sus productos y apuesten por grasas como el alto oleico . «Todo esto junto con los costes más reducidos en relación al aceite de girasol convencional nos hacen pensar que esa pérdida de superficie que se ha registrado en los últimos años se revertirá», concluye el directivo.
Noticias relacionadas