MEDINA AZAHARA
Salón Rico de Medina Azahara: 75 años de un hallazgo extraordinario
El arquitecto Félix Hernández dirigía los trabajos arqueológicos que dieron con el Salón de Abderraman III
Hacía siete años que la Guerra Civil había tocado a su fin y Medina Azahara , acostumbrada en su larga historia a ser pasto de las batallas y los saqueos, había visto truncada la labor investigadora impulsada en el primer tercio del siglo XX.
La herencia de Velázquez Bosco cayó en manos de una comisión pilotada por Rafael Castejón y el aquitecto Félix Hernández junto a otros tres expertos: Rafael Jiménez, Exequiel Ruiz y Joaquín Navascués. Fueron capaces de crear el primer plano topográfico en el que se podía comprobar ya la dimensión a escala de la ciudad califal: 1.518 metros de longitud por 745 de profundidad. Renovaron la metodología anterior y empezaron a pensar en una ciudad y no un conjunto de terrazas con cantidad de materiales hallados.
Tras el conflicto bélico, Félix Hernández se convierte en el director de facto y es a finales de 1944, un 2 de diciembre , cuando en el lado Este del camino de Ronda Bajo surge un edificio en estado de mutilación. Los primeros datos sobre su origen apuntan a Abderraman III y los años 953 y 957 . Aparece un extraordinario material decorativo en cantidad y calidad que justificará el posterior califactivo de «Salón Rico» .
Es en este punto donde los trabajos sobre el yacimiento alcanzan, según algunos expertos, una «dimensión decisiva». Su reconstrucción, considerada a posteriori uno de los ejemplos a nivel nacional de intervención monumental, copará las horas y los días de Félix Hernández hasta su muerte en 1975. Desde este año y hasta 1982, Rafael Manzano completó la obra , que pudo ser entonces contemplada por los turistas, hasta el año 2009, cuando cerró sus puertas para las obras de restauración.
El hallazgo del Salón Rico fue clave para determinar el llamado estilo «califal cordobés» y a la par permitió fijar a Córdoba como capital política y cultural de Europa en el siglo X.
Casi como un guiño a la historia, la reconstrucción liderada por Hernández empieza con la aportación de 477.425 pesetas de los años 40 a cargo de la Fundación Lázaro Galdiano. Como ayer sucedió con la World Monuments Fund para poder reabrilo. En 1952, recibió la visita de Franco , lo que supuso un espaldarazo a la recuperación de este edificio, su perímetro y construcciones anexas, que se prolongó durante décadas. Sin embargo, apenas hay fuentes escritas de cuál fue la metodología empleada por Hernández para reconstruir la que es hoy joya del yacimiento, generándose incluso dudas sobre su autenticidad.
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