Perdonen las molestias

La Medina Azahara del destierro

Desde estas páginas, el señor Ramos avisó del atraco del capitel califal de Isaac Peral. Y «voilà»: la pieza ya vuela a quién sabe dónde

El capitel de Medina Azahara desaparecido en la calle Isaac Peral de Córdoba ABC
Aristóteles Moreno

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A estas alturas de la película, lo verdaderamente importante es saber si la declaración de Patrimonio Mundial de Medina Azahara protege a la ciudad califal que descansa sobre la sierra de Córdoba o también a la que circula desparramada por casas de subasta y portales de compraventa por Internet. Tanto que resulta ya difícil calcular si queda más Medina Azahara en Medina Azahara propiamente dicha que en la del destierro. Nos inclinamos por esta última hipótesis.

Por ejemplo. Hace escasos 20 días desapareció un capitel califal de avispero, fechado en el siglo X, de la antigua casa señorial de la calle Isaac Peral, hoy okupada con k de kilo . La pieza ornamental de incalculable valor patrimonial desapareció como se esfuma un caramelo en la puerta de un colegio. Alguien se presentó con martillo y cincel y la desencajó de la columna que soporta el arco de acceso al patio. Y adiós muy buenas.

El capitel de mármol blanco viajará hoy camino de alguna de las salas de subastas que mercadean cada semana con patrimonio histórico expoliado . Se trata de un negocio redondo. Fastuoso. Que mueve cifras millonarias en operaciones de compraventa con piezas que se distraen por arte de magia del legado cultural de todos nosotros. Por salas de subastas de reputado renombre internacional hemos visto pasear a una buena parte del tesoro artístico de Córdoba . En 1997, sin ir más lejos, observamos desde el salón de casa como un señor se adjudicaba en la sala Chistie’s de Londres el cervatillo de bronce de Medina Azahara , icono supremo del arte califal. La pieza, que algún día formó parte del patrimonio inmemorial de Córdoba, fue adquirida por 3,3 millones de libras . Es decir.

El desfile de joyas de arte sirladas de la ciudad omeya es abrumador. Solo hay que repasar las hemerotecas, sección Cultura/Sucesos, para hacerse una idea del tráfico anticuario que se mueve en el submundo de marras. El capitel del palacete de la calle Isaac Peral puede alcanzar un precio considerable. Entre los 7.000 euros de uno similar vendido en 2003 hasta la cifra astronómica de 1,7 millones que se pagó en 2008 por un capitel tallado en mármol con diseño floral y formas ajustadas al orden corintio romano, ejecutado entre los años 964 y 965, al principio del reinado de Alhakam II. El capitel, por cierto, estaba en manos de la Nueva Iglesia del Señor de Bryn Athin, con residencia en Pensilvania . Lo cual qué quieren que les diga.

Lo entrañable del caso es que la sustracción del capitel de Isaac Peral ya fue avisada por el investigador Manuel Ramos en las páginas de este periódico tres meses antes del atraco. El señor Ramos acababa de certificar personalmente el abandono del antiguo palacete y las nulas medidas de seguridad del capitel del siglo X. Fue entonces cuando escribió lo siguiente: «Por suerte, el capitel sigue ahí, en su antigua ubicación, pero, ¿por mucho tiempo? ¿Nos levantaremos un día desayunando con la triste noticia de que Cristie´s, Sothebys o cualquier otra casa de subastas anuncia su venta por cientos de miles de euros? ¿Asistiremos a un espectáculo similar al de las vigas de la Mezquita?».

Pues, en efecto, señor Ramos. Nos hemos desayunado con el arranque de cuajo del capitel y cualquier día de estos nos almorzaremos a un señor encorbatado dando un golpe de mazo adjudicando la pieza al mejor postor . Todo lo cual nos lleva a preguntarnos qué Medina Azahara ha logrado la declaración de la Unesco: ¿la de aquí o la del destierro? Es solo una pregunta al aire. Gracias.

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