RECONOCIMIENTO MUNDIAL
El futuro de Medina Azahara de Córdoba, entre el turismo y la arqueología
Seis reputados expertos en ambas materias indican que el título de la Unesco subirá las visitas al yacimiento sin tensionarlo
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Genoveva Millán (Loyola)
El principal yacimiento de Córdoba , Medina Azahara , encara este fin de semana su más que probable nombramiento como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco con la expectación de ver cómo evolucionarán , a partir de ese hito, sus dos almas: la turística , con la repercusión que ello pueda tener sobre la ciudad, y la arqueológica . ABC Córdoba recabó ayer la opinión de seis reputados nombres en una y otra materia.
Tras coincidir en que no se ha explotado hasta ahora el potencial de la ciudad palatina, propiedad de la Junta, para atraer viajeros a Córdoba, los expertos en turismo miran ya a lo que sucederá tras lograr este título mundial. La p rofesora de Econometría y Estadística de la Universidad Loyola y experta en esta materia, Genoveva Millán , cree que «puede tener un impacto importante en el turismo de la capital a corto plazo ». Pero avisa: si el yacimiento «no se gestiona mejor» en este campo, ese crecimiento «al final se estancará».
Para sacarle más partido, a su juicio, es necesario mejorar las recién nacidas visitas nocturnas y publicitarlas; abrir el Salón Rico , cerrado desde 2009 para una rehabilitación eterna que se acerca a su final, o mejorar la promoción del monumento. Defiende que Medina Azahara puede soportar «las visitas que puedan incrementarse a corto plazo ».
Pone sobre la mesa como argumento los datos. No se ha superado en la última década ningún año las 200.000 visitas. « Sería sostenible con un alza del 25% al 30% , a la que no se llegará, aunque dependerá de cómo se gestione y comercialice el producto», indica.
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Fernando Lara (UCO)
El vicedecano de Ciencias del Trabajo (incluye Turismo ) de la Universidad de Córdoba ( UCO ), Fernando Lara , se une a la tesis de que, con este sello internacional, «aumentarán sin duda las visitas» al monumento y «cabe esperar que se eleven las de Córdoba».
Alerta, eso sí , de que «vendrán más turistas y es posible que se aumente la estancia media [punto débil crónico del sector]» si hay «una buena promoción y planificación turística en la ciudad, que son cuestiones hoy muy escasas».
Lara añade que el yacimiento tiene « margen» para un incremento de quienes pasen por sus históricos restos , pero «esto, como casi todo, tiene un límite, aunque hoy parezca lejano».
« Sus responsables deberán estar alerta y valorar los niveles que no se deben superar», advierte, pero no sólo en cuanto al número de personas que contemplen la ciudad palatina, sino también por «el riesgo de banalización o adulteración del bien» para adaptarse a la demanda turística, atraerla y ganar visitas.
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Luis Martín (Ernst & Young)
En el campo del turismo , el último análisis es el del director de esta materia en Ernst & Young y que coordinó el Plan de Turismo de la capital (2015/2019), Luis Martín .
Sostiene que el reconocimiento de la Unesco a Medina Azahara «a corto plazo tendrá un impacto muy positivo en la llegada de visitantes », si bien «no necesariamente serán turistas que pernocten».
«Esto será la novedad en Andalucía y España uno o dos años y eso genera flujo de visitantes. Tiene más repercusión sobre el viajero nacional», afirma.
El «reto» , añade Martín, está en, tras lograr esa «marca importantísima», trabajar para que la capital se promocione , aglutinando sus grandes monumentos, «como uno de los productos turísticos culturales más importantes de España », con el que combatir la «mentalidad» del intermediador turístico y el viajero de que «Córdoba es para un fin de semana corto».
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Antonio Vallejo (dirigió el yacimiento)
En el ámbito arqueológico, abre fuego una autoridad en Medina Azahara . Es Antonio Vallejo , que fue su director de 1985 a 2013 . Tras advertir de que sus reflexiones van en positivo y mostrar su «enorme satisfacción» por la distinción que recibirá el yacimiento, admite que « no sé si [con ella] se incrementarán los presupuestos y los recursos humanos del espacio . Debería darse ese aumento. El enclave tiene posibilidades inmensas. Con el título, debe abrirse un futuro nuevo para Medina Azahara».
El yacimiento requiere, sigue, desarrollar la investigación en múltiples aspectos como en la vertiente «aplicada» que significa, por ejemplo, « mejorar el conocimiento de los materiales arqueológicos , como la calcarenita, para lograr tratamientos de conservación que mejoren su comportamiento ante la intemperie y el tránsito de los visitantes [caminan por los suelos originales]». Añade, entre otras cuestiones, que «habría que continuar el conocimiento de la parte no excavada» del yacimiento -el 90% está aún bajo tierra-, mediante tecnología sin intervención física.
Cuando se pregunta a Vallejo si, tras el título de la Unesco, Medina Azahara puede convertirse en un c entro de referencia internacional de investigación del arte islámico , sostiene que eso debe suceder «si se hacen bien las cosas». Rememora que el plan director del yacimiento de 2012 recogía avanzar hacia ser «un gran centro de formación e investigación de la cultura material del mundo islámico en el siglo X». El precedente está, ahonda, en que Medina Azahara desde 2000 fue órgano asociado del prestigioso CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). En 2013 dejó de tener esa condición. Hay cosas que «necesita recuperar, porque posibilidades tiene para ser ese centro [de referencia]», argumenta.
Cree que el título de la Unesco implicará aumento de visitantes , que será «muy positivo para el sitio y para Córdoba». Eso, reflexiona, « probablemente no suponga una amenaza para Medina Azahara en términos de capacidad de carga. Tiene posibilidades de absorber aún un alza importante de visitantes». No obstante, advierte, sobre « los problemas de conservación de los suelos originales de calcarenita». «El aumento de visitantes debe ir acompañado de medidas de protección, pues pasan por los pavimentos originales y eso genera un problema de conservación de los materiales, especialmente en la piedra calcarenita», explica.
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Juan Murillo (arqueólogo)
En la Oficina Arqueológica Municipal de Córdoba para hablar con su director, Juan Murillo, es hallar a otro interlocutor que defiende que Medina Azahara es «el lugar idóneo para un gran centro de investigación y divulgación de lo que significó Al-Ándalus en la historia del mundo».
«No es tan optimista» con que el título vaya a suponer mayores recursos para el yacimiento . De hecho, para lograr más fondos , defiende explorar vías como la colaboración con fundaciones , grandes empresas o universidades.
Espera, además, en los próximos años un aumento «significativo» de los visitantes . Y no cree que le genere tensiones al monumento, porque tiene «una extensión y una posibilidad de crecimiento como para que el alza de visitas no suponga su deterioro».
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Desiderio Vaquerizo (arqueólogo )
Cierra el panel de expertos Desiderio Vaquerizo , catedrático de Arqueología de la Universidad de Córdoba (UCO). Considera que el reconocimiento de la Unesco supone, por encima de todo, una «oportunidad» para el yacimiento.
A su juicio, requiere de un plan director «renovado en el que se dé cabida a una nueva forma de hacer de carácter integral, concediendo la misma atención y medios a investigación, gestión, conservación, puesta en valor, difusión y rentabilización».
Advierte de que «el número de visitantes , pese a su gran importancia, no debería ser en absoluto la prioridad» , pues es un «conjunto visitable, pero no hay difusión sin una buena investigación». Considera que con el reconocimiento que debe llegar el fin de semana, s e elevará la cifra de quienes acudan al yacimiento; «al menos durante los primeros años». «Esa presión turística habrá de ser convenientemente gestionada para evitar caer en la masificación que desvirtúa cuanto toca».