Los nombres de la ciudad palatina
Medina Azahara, de Córdoba: Del califa enamorado a la advocación a Venus o a la hija del Profeta
Hay corrientes que se inclinan por el sentido religioso aportado a la ciudad palatina por su denominación
Ya sea por razones románticas o cuestiones politicas , el caso es que Abd al-Rahmán III no sólo se autoproclamó califa, cortando así los lazos con Damasco e iniciando una de las épocas de mayor esplendor de la dinastía Omeya, sino que asombró a propios y extraños edificando una increíble ciudad a sólo ocho kilómetros de lo que era la sede del nuevo Califato.
La bautizó Madīnat al-Zahrā' (مدينة الزهراء), que significa literalmente « Ciudad Brillante », aprovechando la falda de la Sierra que actúa de barrera natural para proteger del Norte el Valle del Guadalquivir y también las antiguas canalizaciones romanas que llevaban agua hasta Madinat Qurtuba, como se le llamaba a Córdoba la Llana .
Era un auténtico palacio donde se concentró la corte del califa, y en su entorno todo lo necesario para funcionar como sede del poder religioso y político que recaía en su figura. Era una plaza que hacía sombra a Córdoba y a la que hizo sombra, a su vez, Madinat Al-Zahira, edificada por Almanzor, primer ministro de Hisham II, tras la muerte de al-Hakam II. Tres espléndidas ciudades compitiendo entre sí en un espacio redudido para ilustrar las divisiones internas que acabaron con el Califato en pocos años.
¿Pero de dónde procede su nombre y a qué se refiere realmente? Popularmente se estima que Abderramán la levantó en honor de su favorita, que se llamaba Zahara . Se trataba de una bella e sclava cristiana que añoraba sus lejanas tierras nevadas del Norte y a pesar de vivir en la fastuosa ciudad construida en su honor, seguía triste. Fue entonces cuando el califa ordenó que se plantaran miles de almendros en flor, alrededor de su perímetro. Así, con sus pétalos simulando árboles cargados de nieve, Azahara mitigaría en parte su afligimiento.
Una hermosa leyenda que no resulta tan descabellada a tenor de la etimología de las palabras, puesto que Madīnat significa ciudad , pero que no explica realmente la razón de tanta opulencia para una ciudad como ésta.
Símbolo de poder
Se opta más bien por señalar que Zahra (brillante o luminosa) quisiera indicar el poder que había acumulado el califa en sus manos y que no se hartó de mostrar a espuertas a todas las embajadas enviadas desde otros reinos , ya fueran cristianos o árabes, que luego se encargarían de hacer conocer al mundo exterior.
Para ello, y dar un efecto mayor al nombre elegido, se encalaron los muros para que relucieran con el intenso sol de Al-Ándalus. Pero no todo es tan sencillo. Según se recoge en el blog de Artencordoba , la hija del Profeta Mahoma y su primera esposa Jadiya se llamaba Fátima az-Zahra , «La luminosa», y Abderramán le quiso dar a su ciudad connotaciones religiosas honrando así a la descendencia del Profeta. Otra corriente incluso habla de referencias al Paraíso en la tierra, ya que en la abundante epigrafía encontrada en el yacimiento hay numerosos pasajes alusivos al paraíso.
La rivalidad entre los Omeyas y los Fatimís podría estar también detrás del nombre del yacimiento. Resulta que Venus , el planeta, denominado al-Zuhara en árabe, era el protector de Al-Ándalus, y, de hecho, la puerta sur de Medina Azahara estaba coronada con una escultura de esta diosa. De ahí su nombre, Bab al-Sura, Puerta de la Estatua. Frente a eso los Fatimís dedicaron su ciudad a Marte : El Cairo, Al-Qahira en árabe, viene de al-Qahir, que es el nombre dado a dicho planeta.
Proceda de donde proceda el nombre, la declaración como Patrimonio de la Humanidad del yacimiento implica un cambio en su denominación , ya que a partir de ahora se denominará, a propuesta de Icomos, Ciudad Califal de Medina Azahara .