Salud

Los médicos de pueblo de Córdoba, entre la vocación y la falta de recursos

Un informe del Colegio de doctores alerta de que la mayoría del personal supera los 50 años y arrastra serios problemas para la asistencia integral

A la izquierda, la médica de Torrecampo, Carmen Caballero, conversa con unos vecinos maletín en mano QUERCUS
Rafael Aguilar

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LUIS Palenzuela Rodríguez tiene su plaza de Medicina de Familia en el municipio de Almodóvar de Río , un sitio en el que todo el mundo se conoce y en el que un doctor es alguien más que un profesional que cura: es alguien que escucha y que da confianza, que por lo común sabe más de la vida de sus pacientes que sus colegas de la ciudad, que tiene constancia de qué enfermedad le aqueja al padre del enfermo que está examinando y por qué se encuentra de baja el hermano del compañero de clase de su hijo. Luis es un médico de pueblo con todas las letras, como tantos otros en la provincia de Córdoba , y a los que el coronavirus les ha obligado a redoblar sus esfuerzos y a tirar del talento y de la imaginación para salvar situaciones muy difíciles.

Las reivindicaciones que estos galenos con puestos en zonas no urbanas —«de difícil cobertura», denomina la Consejería de Salud y Familias a las que tienen un acceso más complejo— no son nuevas: llevan años, si no décadas, a la espera de que la Junta de Andalucía articule medidas de alcance para mejorar su situación, si bien la pandemia ha agudizado sus problemas, que sobre todo tienen que ver con las limitaciones de los medios materiales y de personal.

Un médico sale del centro de salud para atender una visita ARCHIVO

Con todo, algo han avanzado: Salud y Familias aprobó el pasado septiembre un decreto extraordinario que da más recursos a este personal para hacer frente al coronavirus, y tiene en proyecto un Plan de Ordenación de Recursos Humanos específico para las zonas de difícil cobertura si bien no maneja aún fechas ciertas para su puesta en funcionamiento, según la información facilitada por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) a este periódico.

Mientras tanto, la plantilla destinada en los enclaves rurales capea la adversidad como puede. Luis Palenzuela lo resume de la siguiente manera: «El medio rural alberga un potencial extraordinario de resolución si tuviéramos medios, recursos y personal de los que carecemos históricamente y que está empeorando por falta de inversión en Atención Primaria rural. Muchas patologías se podrían resolver si dispusiéramos de estos medios y que redundaría en la salud de los pacientes y su entorno familiar». A la queja hay que añadir que «estas carencias y falta de inversión repercuten de forma negativa en la atención a nuestros pacientes».

Reinvidicaciones comunes

Las reivindicaciones que expresa este sanitario que ejerce en la Vega del Guadalquivir son comunes a la mayoría de sus compañeros. María del Carmen Arias, natural de Villaralto , aporta su punto de vista con un doble valor: es la vicepresidenta primera del Colegio de Médicos de Córdoba y lleva más de treinta años atendiendo a los vecinos de localidades rurales, primero Espiel y luego en Belmez y Villaviciosa y en la actualidad en Villaharta .

«Ahora, la gran parte de los médicos rurales que tienen su plaza en los pueblos son mayores y los mas jóvenes que lo hacen tienen contratos de apoyo, sin continuidad laboral prolongada y atendiendo a los diferentes pueblos de la Unidad de Gestión Clínica (UGC) correspondiente, lo que no permite asumir cupos de pacientes a los que hacer un seguimiento, un estudio de los mismos ni programas para la comunidad ni investigación: se tienen que limitar a cubrir necesidades según los requerimientos», indica esta especialista en Medicina Familiar y Comunitaria.

En virtud de su puesto en el Colegio de Médicos y de su desempeño laboral, Arias ha elaborado un informe sobre los problemas más acuciantes del colectivo al que representa, y entre sus conclusiones se encuentran las siguientes: «La población en nuestro medio ha envejecido considerablemente gracias a la mejor calidad de vida y de la atención sanitaria y el porcentaje de pacientes mayores de 75 años es muy elevado, con lo que tienen dificultades desplazamiento, hijos que trabajan fuera del municipio, y a veces con recursos materiales muy limitados».

«La población de nuestro medio ha envejecido y el porcentaje de pacientes de más de 75 años es alto», afirma la doctora Arias

¿Ha habido avances en los últimos años? El documento del Colegio de Médicos afirma que sí. «Ha sido un gran paso el acercar algunas especialidades sanitarias al menos algunos días al mes a los pueblos, como por ejemplo los trabajadores sociales, los pediatras, los dentistas, los rehabilitadores, los enfermeros gestores de casos y la Atención a Drogodependencia (CCD ). También se han creado centro asistenciales sociosanitarios incluso en pequeños núcleos de población. Pero con esto no es suficiente», resumen el documento.

Alejandro Garrido es una de las jóvenes promesas de la medicina rural. Residente de segundo año señala que de su experiencia en el ejercicio en pequeños núcleos de población le ha llamado la atención «la relación médico-paciente y el nivel de implicación de los facultativos; y además ahí hay una responsabilidad añadida porque tienes que formarte en patologías urgentes que requieren una actuación precoz. Todo esto me ha abierto los ojos», apostilla el sanitario, consciente también de las conquistas laborales que quedan por delante.

«Ejercer un tiempo de médico de pueblo me ha abierto los ojos», afirma Alejandro Garrido, un residente

El coronavirus ha puesto algunas de ellas en una posición perentoria. Las resume la vicepresidenta del Colegio : «Hemos estado necesitados de personal desde hace tiempo, hemos sacrificado salientes de guardia, a costa de nuestra salud y la de nuestros pacientes, hemos sacrificado a la familia, hemos adaptado nuestros descansos al sistema para que la población esté siempre atendida, y hemos aprendido a gestionar unos recursos escasos de una manera titánica». Carmen Arias está convencida de que «es absolutamente necesario ser finalistas en muchas de las patologías que estamos capacitados para resolver sin que tengamos que desplazar al paciente, siempre que sea posible».

Uno de los aliados de los profesionales sanitarios de los pueblos es la telemedicina , que estaba desde el principio de esta legislatura en la agenda de la Consejería de Salud y Familias y que el Covid-19 la ha acelerado: «Los medios de telecomunicación con el paciente se han puesto de manifiesto también en esta nueva situación de pandemia, como por ejemplo la teledermatología», completa la facultativa, que ve prioritario «el impulso de los sistemas de internet y de intranet [de la transmisión interna de datos] para la comunicación con los pacientes con los compañeros del hospital».

Una médica de Almodóvar, en primer término, en el centro de salud de la localidad VALERIO MERINO

La Junta de Andalucía lleva meses trabajando en un plan para mejorar las condiciones de trabajo de estos empleados, y que va parejo al imperativo de que los ciudadanos que viven en las zonas de difícil cobertura tengan las mismas prestaciones sanitarias, o casi, que los que residen en una gran ciudad. El proyecto de Salud y Familias incluye incentivos para los profesionales que se decidan a cubrir uno de estos puestos, como por ejemplo el acceso a la formación continuada, las mejoras retributivas asociadas al complemento de carrera profesional o ventajas en los procesos de movilidad voluntaria y selección de personal, así como en la investigación, tal y como sostiene la información facilitada por Servicio Andaluz de Salud a ABC . Estas condiciones favorables recogen también que se baremará con mayor puntuación el tiempo trabajado en puestos o centros ubicados en zonas de difícil cobertura, con efectos en las bolsas y en las ofertas de empleo público o la permanencia en concursos de traslado.

25 municipios de difícil cobertura

El mapa actual de zonas de difícil cobertura del SAS en vigor integra ocho zonas básicas de salud de Córdoba y en las que se engloban 25 municipios, que son los que siguen: Castro del Río, Espejo, Almedinilla, Carcabuey, Fuente-Tójar, Priego de Córdoba, Cardeña, Conquista, Villanueva de Córdoba, Belmez, Los Blázquez, Espiel, Fuente Obnejuna, La Granjuela, Peñarroya-Pueblonuevo, Valsequillo, Villanueva del Rey, Palma del Río, Cabra, Doña Mencía, Nueva Carteya, Baena, Luque, Zuheros y Rute.

Un caso que ejemplifica bien los problemas sanitarios del mundo rural ha acontecido en el sur de la provincia en el último mes. El pasado 3 de noviembre se jubiló el médico titular de Luque , que coincidió con el momento más complicado de la segunda ola de la pandemia. El municipio luqueño, que cuenta con la presencia diaria de dos médicos y un pediatra, quedaba a falta de un facultativo y tenía que ser sustituido por otro. La solución temporal fue que el único médico de Zuheros hiciera un desdoble y cubriera ambos puestos. Tras más de un mes arrastrando esta carencia hace apenas unos días se ha incorporado un nuevo facultativo y el consultorio de Luque ha vuelto a su habitual funcionamiento, informa Marta Baena.

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