Análisis
Matrícula de honor para la Universidad de Córdoba en oratoria
Los grupos de debate de la UCO son una referencia en el panorama académico de la comunidad hispanohablante
Los debates están de moda. La aparición en la política de personajes como Barack Obama, Pablo Iglesias o Albert Rivera, junto con la proliferación de programas en clave de tertulia, ha desatado una corriente a favor de este formato, cada vez más presente en la vida pública. La universidad, principal laboratorio social, recogió hace años esta necesidad y los grupos de debate comenzaron a germinar por toda España. En Córdoba, existían focos aislados y hubo que esperar a 2012 para que se creara oficialmente el Aula de Debate . La iniciativa arrancó con algo más de una decena de alumnos y hoy aglutina a más de medio centenar de estudiantes y diez formadores.
Manuel Bermúdez, profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación y de la de Filosofía y Letras, es el gran artífice de este equipo multidisciplinar. Una pasión que ejerció en su época de alumno en la UCO y que ahora mantiene como gestor de estos grupos.
Detrás de cada equipo de debate hay un arduo trabajo de formación teórica y práctica , enfocado principalmente a la expresión oral y el pensamiento crítico. Ambas, forman un binomio indisoluble. «Un buen orador necesita estas dos cosas, porque sino lo que tendríamos son charlatanes de feria que no son capaces de razonar», esgrime Bermúdez. Por esto, no son necesarias grandes dotes innatas, sino trabajo.
Entre los objetivos de esta Aula está también promover la capacidad de consenso y diálogo como estandartes de la democracia. Por ello, hay formatos de debate en los que los alumnos tienen que defender posturas contrarias a la que mantendrían por convencimiento. A la larga, esto influye en la «desaparición de posturas radicales o dogmáticas», asegura el formador. Aunque no existen estudios concretos acerca de cómo influyen las técnicas adquiridas en estos grupos en el rendimiento académico, Bermúdez asegura que «sí está demostrado que mejoran sus notas». De hecho, de los estudiantes que empezaron en el Aula y que el año pasado tuvieron que presentar su trabajo fin de grado, la nota más baja fue un nueve.
Trabajo en Secundaria
Una opinión que comparte Elena Casares , antigua integrante de los grupos de debate y actual formadora de equipos . Licenciada en Humanidades, compagina su doctorado con impartir clases en los grupos de debate. Unas sesiones que son gratuitas y voluntarias para todo el equipo docente del Aula. «Aquí les enseñamos aspectos relacionados con la expresión oral, comunicación verbal y no verbal, cómo cuidar el fondo y la forma y técnicas de elaboración de los discursos como los principios llamativos o los finales concluyentes», expone la formadora.
Pero el trabajo del Aula de Debate no queda en la UCO . Los integrantes del equipo -formadores y alumnos- realizan exhibiciones en institutos para invitar a los estudiantes a crear equipos de debate en los c entros de Secundaria . Posteriormente, si existe un número determinado de alumnado interesado, acuden semanalmente a impartir clases. «Es increíble ver cómo aprenden y, sobre todo, cómo dejan aparte posturas más radicales y empatizan con otras opiniones distintas al descubrir que no todo es blanco o negro», resalta Casares.
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