Carcabuey
Matanza tradicional | El rito inmemorial de la abundancia sigue vivo en Carcabuey
Es una costumbre que no decae pese al paso del tiempo, como demuestra que Carcabuey celebra su XIV edición de esta tradición
Emilia tenía 94 años cuando dejó de hacer matanza . Eso pasó hace cuatro años, cuando esta oriunda de Carcabuey se rompió la cadera y tuvo que dejar de estar a los mandos de esta práctica anual, que se ha convertido en una tradición en su familia , como también lo ha sido toda la vida en su pueblo. Ella se encargaba, ya a última hora, de cocer las morcillas blancas, que es de lo más delicado porque al hervir se pueden reventar.
Pero ahora, a los 98 años ha tenido que ceder el liderazgo a su hija, Carmen Marín, de 59 años y a sus nietas Sonia y Rosa, de 35 y 34 años respectivamente, para que continúen la costumbre familiar de reunirse alrededor de los cochinos que llevan alimentando y criando durante un año y que les proporcionarán la carne suficiente para el consumo de un año.
«A mis hijas les ha gustado de siempre y van a continuar con ello. En mi casa seguirá viva la tradición , pero es cierto que en otras muchas familias se ha perdido. Quizá en la actualidad hay cuatro o cinco familias sólo que continuemos haciendo la producción completa de la matanza, que empieza con la crianza del cerdo y termina con la elaboración de los embutidos », explica Marín. Además, señala que la receta que ella sigue es la tradicional «la hago igual que la hacía mi abuela, exactamente igual». Hay gente que ha cambiado elaboraciones, como las del ajo que se compran ahora pelados o molidos, «yo los aso en la candela y no es lo mismo que el ajo de bote. O la corneta, yo la sigo haciendo como antes para quitarle la piel y hoy en día mucha gente lo pasa por la batidora, pero el sabor no es el mismo».
Como reconocimiento a esa tradición, este año se celebra la XIV edición de la Fiesta de la Matanza Tradicional en Carcabuey , una fecha en la que se intenta recuperar las viejas costumbres, porque son pocas las nuevas generaciones que, como las hijas de María, aún la perpetúan. «Lo que se pretende es que se conozca cómo se hacía antes , cómo estaba aliñada la carne y cómo se mantenían los embutidos», explica Lucía Sánchez, concejala de Cultura del pueblo. Ella habla de la chanfain a, el plato más típico de Carcabuey, que durante los días de matanza se dará a degustar a los visitantes. «Se hace a base de asaduras negras, blancas, sangre, aceite, corneta, pan rallado cebolla, tomate y especias», explica Sánchez.
Son unos días en los que se trata de rememorar aquellos tiempos en los que todas las familias que vivían en el campo hacían matanza. «Antes era un evento social y ahora se ha perdido. Cuando yo era pequeña se mataba en todos los cortijos del campo», explica Mari Carmen Luque, de 63 años, quien recuerda esta tradición arraigada en su familia desde que nació.