¿Más seguridad en Aucorsa? «Que la pague el conductor»

Si quieren guardias de seguridad que salgan de su sueldo. El comité de empresa de la compañía municipal de transporte (Aucorsa) denunció ayer que la dirección de la entidad les ha ofrecido una solución para garantizar la integridad de los trabajadores que a ellos les parece inviable además de inverosimil. «Quieren que el abono de los servicios de los guardas salga de nuestros bolsillo a costa de bajar las nóminas», lamentó este martes el portavoz de los empleados de Autobuses de Córdoba, Custodio Sánchez.

Una treintena de miembros de la plantilla de la entidad que dirige el Partido Socialista se concentraron ayer en la puerta de la sede principal del Ayuntamiento de Córdoba, donde se celebró el Pleno ordinario de diciembre y en el que coincidieron hasta cuatro protestas laborales mientras los concejales consumía una sesión más que breve y con poco contenido real.

La propuesta del gerente de Aucorsa, Juan Antonio Cebrián, según la versión de los conductores, es recurrente cada vez que se producen agresiones a los vehículos y a sus tripulantes —como ha ocurrido en las semanas recientes en la línea 8, que enlaza el centro con Las Palmeras—. La última vez que el responsable de la gestión de la compañía verbalizó la citada idea fue a final de la pasada semana y ocurrió al mantener una reunión con el comité de empresa debido a los ataques a los buses.

«Nuestra respuesta es siempre la misma: que por ahí no hemos pasado ni vamos a pasar. Hasta ahí podríamos llegar», recalcó Custodio Sánchez. «Éste es un tema que debe resolver la empresa por sus propios medios, no a cuenta de quienes nos ganamos la vida en ella. Tenemos derecho a que pongan los medios para que trabajemos en condiciones de seguridad», suscribió el portavoz del comité de empresa en declaraciones a ABC.

La preocupación entre la plantilla de Autobuses de Córdoba ha ido a más a conforme el otoño ha avanzado. La línea 8 ha sido desde siempre un recorrido complicado y poco deseado por los conductores, sobre todo los turnos de noche. Con paradas centrales en Colón y en Ronda de los Tejares, el trayecto sigue por la avenida de Medina Azahara y Periodista Quesada Chacón hasta desembocar en la Carretera de Palma del Río e ir a morir en Las Palmeras. Las peculiaridades de este barrio del extremo de Poniente, marcado por sus graves problemas sociales, provocan que las situaciones conflictivas entre los viajeros no sean una excepción.