José Luque Velasco - Desde mi rincón
Más de lo mismo... ¡No!
¿Van a ser los mismos comediantes quienes protagonicen el espectáculo de la campaña electoral?
¡VUELVE de nuevo la campaña electoral! Nuestras calles se llenarán con las falsas sonrisas de los candidatos. Oiremos en televisión las mismas monsergas y mentiras, las mismas promesas que nunca se cumplen. Los candidatos machacarán de nuevo a los adversarios con descalificaciones globales, cuando todos sabemos que poco tiempo más tarde, si los necesitan para tocar poder, estarán de acuerdo en casi todo. Volverán a decir que tienen la solución a nuestros problemas. Pero lo único cierto es que quienes se han demostrado incapaces de formar gobierno con las mimbres que las urnas les entregaron, volverán una vez más a ordeñar los presupuestos del Estado a costa de recortar los servicios que deben recibir los españoles. Con estos preliminares uno se pregunta si van a ser los mismos individuos, los mismos comediantes, los que van a protagonizar el nuevo espectáculo. Porque si no cambia ni la partitura ni los músicos, ya me dirán ustedes para qué molestarnos en participar en semejante pantomima.
Quienes votamos en 1977 lo hicimos con ilusión. En nuestro voto iba un sueño . Soñábamos en cambiar a mejor algunas cosas. Y teníamos la ilusión de que aquellos en los que confiábamos podían hacerlo realidad. También éramos conscientes de que de podíamos equivocarnos. Pero era un riesgo asumible. Y lo era porque también existía ilusión en la alternancia. Pero en la actualidad las cosas han cambiado. Una gran parte de los responsables políticos, de uno y otro signo, han convertido el sueño de muchos españoles en pesadilla. No hay ilusión ni en los partidos que gobiernan nuestras instituciones ni en los que puedan sustituirlos como alternancia. Ese es el mayor problema de nuestro sistema político y la grave enfermedad de nuestra democracia. Créame el lector que me preocupa y mucho la situación. La ilusión es una de las emociones positivas que más motivan a las personas y es imprescindible para ser feliz. Por eso me preocupa. Cuando una mayoría de ciudadanos pierde la ilusión, surgen unas minorías extremas que buscan hacer su agosto enfrentando a unos contra otros, rompiendo la unidad y convivencia entre españoles.
Si los líderes de los partidos de centro democrático , tanto de centro derecha como de centro izquierda, n o saben o no quieren cambiar lo mucho que hay que cambiar y cambiarse para volver a ilusionar a los españoles, tal vez lo más conveniente sea, mientras esos partidos hacen sus necesarias catarsis, buscar un nuevo líder que sin estar bajo la disciplina de ninguno de ellos, vuelva a ilusionar a esa gran mayoría democrática que conforma el centro político en España. Lo que no se puede aceptar, por el bien de España y por el peligro que encierra para todos, es que nos den más de lo mismo.