CULTURA

Más de 5.000 fichas para inventariar el patrimonio de la Mezquita-Catedral de Córdoba

El Cabildo inicia el proceso de catalogación y revisión de las piezas que se custodian en el templo

Manuel Montilla y José Luque en la capilla de la Inmaculada de la Mezquita-Catedral VALERIO MERINO

L. MIRANDA

¿Cabe la Mezquita-Catedral en un conjunto de documentos, por muy pormenorizados y rigurosos que sean? Es posible con un método y se está haciendo este trabajo. El canónigo de la Catedral Manuel Montilla y el licenciado en Historia del Arte Juan Luque trabajan desde hace un año en el proyecto de realizar un inventario de todos los objetos artísticos y litúrgicos que se guardan en la Mezquita-Catedral.

Como explicó Manuel Montilla, se trata de «acercarse a cada uno de los elementos» que es necesario registrar. Para eso en primer lugar hay que acercarse a la ficha que tiene el objeto, según el inventario anterior. Se hizo en 1993, según el procedimiento que para el patrimonio histórico ya marcaba la Junta de Andalucía, con unas fichas establecidas. Los datos recogidos en aquel entonces son la primera fuente a la hora de acercarse a cualquier elemento. «Se comienza con el reparto de la ficha que actualmente tiene ese objeto, se ven los datos, se comparan y se actualiza la información », dice Manuel Montilla, que explica que también hay que ver si el objeto se ha restaurado, se ha deteriorado en el tiempo o se ha cambiado de ubicación. En otras ocasiones, también hay que hacer la ficha nueva.

El último inventario se realizó en 1993, con el procedimiento marcado por la Junta de Andalucía

Se trata de un inventario mucho más profuso que los anteriores, con una descripción bastante más amplia. «Antes tenían unos datos más simples y ahora se recoge una información más detallada de cada objeto, del que se recoge bibliografía abundante y descripciones que se han hecho por diversos autores y estudiosos de los objetos», según el canónigo. En ese punto es importante la abundante bibliografía que existe sobre la Mezquita-Catedral y sobre las distintas capillas y elementos.

Hasta el final del trabajo, que no tiene plazos, no se sabrá cuántas entradas tendrá el inventario, pero se espera que lleguen a más de cinco mil, dada la riqueza del monumento. Tendrán cabida todos los bienes que están en el interior como cuadros, esculturas, retablos, rejerías, lámparas, orfebrería y el ajuar litúrgico.

Este procedimiento de desglosar en varias piezas un objeto unitario será especialmente importante en la sillería del coro , una de las

«El inventario no es sólo decir si está una pieza, sino también cómo está», afirma el canónigo

obras más importantes de la intervención cristiana. No se tratará como una única pieza, sino que cada sitial, y son varias decenas, tendrá una entrada propia. No podría ser de otra forma, porque esta aclamada obra de Pedro Duque Cornejo tiene una iconografía distinta en cada uno de los puestos, de forma que la descripción tiene que ser muy pormenorizada. Además, el análisis también deparará si son necesarias pequeñas restauraciones y se emprenderá o al menos se conocerá por dónde hay que actuar para la tarea de conservación que el Cabildo Catedral realiza de manera continua. «El inventario no sólo es decir que está una pieza, sino cómo está, y cómo está desde la última restauración y si se han encontrado cosas que se puedan mejorar», insiste el canónigo.

Un trabajo de trascendencia

El catálogo tendrá un amplio componente gráfico , ya que el sistema informático permite acompañar fotografías de gran calidad, que refuerzan la descripción que se ofrece de cada objeto y la completan. «Antes aparecían fotos muy sencillas y ahora se pueden hacer muchos detalles y perspectivas, que enriquecen el conocimiento del objeto que se está inventariando», confirma Manuel Montilla.

La trascendencia del trabajo es grande en todos los sentidos y permitirá también conocer la historia de cada pieza, los lugares en que ha estado por ejemplo un imagen, si es que ha cambiado de ubicación dentro del templo o si se ha utilizado para exposiciones o para actos litúrgicos en cualquier momento. Es la historia del pasado, pero también la del futuro, porque a partir de ahora estas fichas, que tendrán soporte informático, permitirán añadir restauraciones, salidas de las obras de arte de la Mezquita-Catedral y todo lo que suceda con ellas. Los archivos, que recogerán el tesoro y los elementos arqueológicos del conocido como Museo de San Clemente , estarán a disposición de los investigadores cuando termine el proceso.

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