CICLO DE ABC «EL TEMPLO DE CÓRDOBA»
María Jesús Viguera: «La Mezquita fue un gran empeño Omeya que se consolidó tras 320 años»
La catedrática de Historia y Lengua Árabe de la Complutense protagoniza este jueves el foro en el Real Círculo de la Amistad, a partir de las 20.00 horas (entrada es gratuita)
¿Cuáles son las revelaciones más significativas que ha aportado la investigación y análisis de los textos árabes sobre la Mezquita de Córdoba?
-Estudiada desde el siglo XVIII, Los avances textuales y arqueológicos son continuos. Quedas lagunas, pero es el monumento más ampliamente estudiado. Nuestras investigaciones deben basarse en análisis profesionales sobre cada género de textos: las crónicas resaltan la construcción progresiva de la Mezquita (finales del siglo VIII-finales del X), informando sobre su protagonismo religioso y sobre su legitimación del soberano , mencionado en la oración oficial de los viernes, con sus investiduras en la Mezquita; ésta también aparece en otros textos, como obras geográficas, jurídicas, repertorios biográficos y literatura, como veremos, para advertir la distribución de situaciones que sobresale en cada uno.
¿Qué señalan los documentos árabes sobre el emplazamiento de la Mezquita de Córdoba?
-Una decena mencionan con más o menos detalles: «una iglesia que estaba en el interior de la medina de Córdoba, y hoy es el emplazamiento de su Mezquita Aljama», en relación con sucesos anteriores al año 131 [748-749]. Algunas cuentan cómo un oponente al emir Abdarrahman I «fue sitiado en la torre (sawma ́a) de la mezquita aljama, la cual [torre] estaba en el alcázar». Se debate la referencia a esa iglesia emplazamiento de la Mezquita Aljama , también sobre esa torre del alc ázar usada como alminar. La primera cuestión es más compleja, y la comentaremos en nuestra conferencia, pero lo de la torre indica que, a mediados del siglo VIII, se utilizaba como alminar una de las torres del Alcázar, frente a la Mezquita. Es una cercanía evidente, como también lo son sus motivos, recalcados por algunos textos árabes al contar la construcción de un pasadizo elevado entre el Alcázar omeya y la Mezquita.
«La gran polémica en torno a la Mezquita es la situación de la supuesta basílica de San Vicente»
¿Qué han aportado estos textos sobre la legendaria Basílica de San Vicente?
-Más que leyenda, es una tradición que remontaría al siglo VIII, cuando los andalusíes aún registraban oralmente los acontecimientos, transmitidos por escrito desde el siglo IX, pasando a las crónicas dinásticas y luego a los compendios cronísticos. ¿Cuál sería la situación de esa gran iglesia así citada en algún texto desde el siglo X: «hoy es el emplazamiento de su Mezquita Aljama » en esta inconcreta indicación de «hoy»?, ¿podría identificarse con una basílica dedicada al mártir de tiempos romanos San Vicente?; los análisis textuales y arqueológicos aún lo debaten; es la gran polémica en torno a la Mezquita. La denominación de «Sant B[i]ny[e]t» aparece en compilaciones tardías que indican claramente sus fuentes anteriores, como en la voluminosa compilación de al- Maqqari: «los musulmanes partieron con los cristianos de Córdoba su iglesia mayor, que estaba dentro de la medina, junto a la muralla, a cuya iglesia llamaban de San Vicente ». En la conferencia, expondré mi opinión de que se trata de una tradición con trazas mozárabes.
¿Dan los textos árabes una respuesta clara sobre por qué el muro de la alquibla no está orientado hacia La Meca?
-Claro que sí, lo mencionan y lo explican, no sólo como hecho notorio, sino porque vinculaba profundamente a la Mezquita con los Omeyas, al poseer estos de esta manera de una característica «alquibla dinástica» . Lo refieren algunas fuentes jurídicas, que leeremos en la conferencia.
¿Cuál fue el sistema de financiación para erigir la Mezquita?
-Las aportaciones más destacadas se relacionan con el mecenazgo de los emires y califas omeyas, alguna de cuyas cuantías monetarias dedicadas a construir y ampliar la Mezquita ensalzan algunos de los textos árabes, como en un panegírico de al-Balawi a ́Abd al-Rahman I: «Gastó 80.000 dinares dirhemes, por amor a Dios, en una mezquita fundamentada en la piedad». La Mezquita fue un gran empeño dinástico de los Omeyas andalusíes, con su progresiva consolidación y mantenimiento desde la conquista en el siglo VIII hasta 1031, con una duración global de 320 años. Otras aportaciones para mantenimiento y servicios en la Mezquita procedían de los «legados benéficos» o habices.
¿Qué dicen los textos sobre su construcción, sobre los medios que se llevaron a cabo para levantar este templo, ejemplo sobresaliente de la arquitectura religiosa del Islam?
-Los califas de Damasco promovieron la primera etapa de la arquitectura religiosa del Islam, precedente de la andalusí; algunos textos mencionan los precedentes sirios , en arte y otras cuestiones. Los resultados son elocuentes, integrando además diversos componentes notorios en esa primera etapa, algunos locales, como el habitual de usar materiales de acarreo, que adquirían una reutilización de spolia. Otros elementos se remontan al arte persa , como las pequeñas almenas escalonadas que festonean los tejados.
Los textos destacan cómo se intensificaron las relaciones bizantino-andalusíes en el siglo X, en el contexto de pugnas y alianzas entre tres califatos (abasíes, omeyas, fatimíes) y dos imperios (sajón y bizantino), que motivan al menos 13 embajadas entre Constantinopla y Córdoba, con envíos tan preciados como los artífices de los mosaicos en la mezquita de Córdoba, que así continúa los que luce la Cúpula de la Roca (690-691) y la Gran Mezquita de Damasco (705- 715).
Sobre la ampliación que llevó a cabo Almanzor poco se sabe. ¿Qué dicen las crónicas árabes sobre esa época poscalifal en la Mezquita?
-Yo no diría que se sabe poco, aunque siempre nos quedemos con ganas de saber más. Almanzor actuaba en nombre del califa omeya Hisam II, por tanto la suya sigue las ampliaciones precedentes, y de hecho las concluyó y las culminó, pues entonces la Mezquita alcanzó sus 19 naves y los 24.000 metros cuadrados: casi dobló por el lado Este las sucesivas ampliaciones omeyas. Las fuentes textuales no reflejan explícitamente en Almanzor, pero me parece que esto resulta evidente en las dimensiones de su ampliación y en sus columnas, casi negras, color dinástico de los Abbasíes; el blanco era el de los Omeyas.
Quisiera aprovechar para hacer una reflexión final sobre el papel de la Historia , que debe considerar el pasado sin interferir con el presente: volver a los textos originales es útil. La función historiadora consiste en verificar el pasado a partir de sus fuentes, evitando interpretaciones interesadas hacia cualquier orientación. Muchas gracias por propiciar este retorno a las fuentes textuales.