Mirar y ver
Novela histórica
No es posible comprender el presente sin conocer el pasado ni juzgar este desde el hoy
El libro pasa al primer plano en Córdoba con Pérez Henares, Jabois y García Baena
En estos días de libros , la Fundación Cajasur ha organizado el ‘Ciclo de novela histórica en Viana’ , dirigido por la escritora Isabel San Sebastián y en el que han participado los prestigiosos novelistas Jesús Sánchez Adalid, Antonio Pérez Henares y José Calvo Poyato . Sus conferencias se han centrado en personajes, protagonistas de sus novelas, relevantes de la historia de Córdoba: Almanzor, Recemundo, Fernando III el Santo y el Gran Capitán, respectivamente.
La novela histórica no ha sido una moda pasajera , sino una tendencia mantenida, que ocupa un lugar preeminente en la creación literaria, por los autores que la cultivan, el interés de los editores y la pasión de sus lectores. Además, posee condiciones que la hacen excepcionalmente valiosa. A través de ella, se puede revisitar cualquier tiempo pretérito , reinterpretarlo desde otros ojos y comprenderlo desde la belleza de lo narrativo, frente a la contemporánea vorágine informativa, apresurada y falta de reflexión.
Es contradictorio que presenciemos el disparate del Gobierno en lo que respecta a la asignatura de Historia . En la ESO elimina su estudio cronológico. ¿Qué otra cosa es la Historia que la disciplina que estudia y narra cronológicamente el pasado? La perspectiva temporal , esencial porque tiene en cuenta el momento y contexto determinado, para después derivar causas y consecuencias, es sustituida por la organización temática de los acontecimientos, además de suprimir hechos fundamentales de la historia de España; un sesgo que responde a una interpretación previa e intencionada de los mismos.
La Historia en segundo de Bachillerato comenzará en 1812 . Pero no es posible comprender el presente sin conocer el pasado ni juzgar este desde el hoy. Este presentismo es manipulación de la realidad, provoca ignorancia y despoja de las herramientas necesarias para la interpretación y comprensión crítica de lo ya acaecido. Cervantes lo advirtió: «Que ni el interés ni el miedo, el rencor ni la afición, no les hagan torcer del camino de la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir». La novela histórica, la literatura, está siendo blindaje de nuestra historia y garante de su permanencia.
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