Mirar y ver

Cumplir dieciocho

Jóvenes haciendo un examen en Rabanales ROLDÁN SERRANO
María Amor Martín

María Amor Martín

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Cumplir dieciocho años es el anhelo que alcanzarán durante 2022, según el INE , 438.327 jóvenes españoles. La mayoría de edad es un hecho inevitable y esperado con impaciencia. Tiempo de adiós a la infancia y de salvaguardar sus recuerdos. Tiempo preñado de futuro, momento de decisiones sobre la vocación y de enarbolar una bandera plagada de derechos. Muchos jóvenes celebrarán su llegada con fiestas alegres, mientras madres y padres orgullosos sentirán que han cumplido con la tarea de llevarlos con éxito hasta la frontera de la madurez. En las familias , continuarán las reivindicaciones y el intercambio de gritos de guerra para marcar los límites, «ya soy mayor de edad» contra el de «en mi casa se hace lo que yo diga», acompañados de «se creen mayores» y el condescendiente «¡cómo han crecido!». En la mayoría de los casos felices y orgullosos los unos de los otros por los sueños conseguidos y los por llegar.

Pero hay para quienes cumplir dieciocho años no es una fiesta. Salieron solos de sus casas siendo niños, amenazados por la falta de posibilidades o para encontrar la manera de ayudar a sus familias sumidas en la pobreza y en injusticias diversas. Nadie abandona su país o a quienes ama a no ser que quedarse sea la peor de las opciones. Llegaron solos a nuestras costas, después de un viaje interminable y peligroso, con la mirada puesta en los escasos 14 kilómetros de horizonte y mar del Estrecho desigual.

Y se quedaron aquí, atrapados en un porvenir con fecha de caducidad, porque, para ellos, cumplir 18 años es perder la protección y el cuidado obligatorio a los menores de edad. ¡Ojalá pudiesen detener el tiempo y permanecer siendo niños, protegidos y amparados! Para ellos, cumplir 18 años es una tragedia, es enfrentarse de un día para otro a una madurez que ha de buscar vivienda, trabajo y conquistar una imposible autonomía. Están aquí, enganchados en un sistema que no les permite avanzar, a no ser por el apoyo de organizaciones como la Fundación Don Bosco de los Salesianos , que en Córdoba los sigue acompañando para lograr un proyecto de futuro, su sueño, en igualdad con el resto de los jóvenes de su edad. Llega a mi el video ‘Frontera 18’, búsquenlo y escuchen lo mucho que tienen que decirnos.

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