Mirar y ver
Banco de Alimentos
Estaban convencidos de la necesidad de hacer frente al hambre y a la pobreza
Camino por el Bulevar, porque alguien me advierte de que allí me aguarda un encuentro inesperado. Veinticuatro paneles conforman una exposición sobre el Banco de Alimentos , que narran su historia hasta hoy. Desde las fotografías, que muestran a un grupo de voluntarios en los primeros días de su funcionamiento y el acto inaugural de su sede en 2004, me sonríen mis padres, Paco y Mari , en su presente eterno. El tiempo retrocede entonces y parece detenerse.
Ellos estuvieron entre los fundadores del Banco de Alimentos y se comprometieron con él, convencidos de la necesidad de hacer frente al hambre y a la pobreza . En casa no se hablaba de otra cosa: esperanzas y retos, la organización, la constitución legal, los voluntarios, la nave de Mercacórdoba , la furgoneta, la sede, la primera operación kilo. Recuerdo a mi madre, y a las demás voluntarias, buscando sin descanso donaciones, transportando alimentos en sus coches, clasificándolos y saliendo al encuentro de quienes los necesitaban.
Ella recibió el premio Pan de la Solidaridad 2014 . Y hoy le cedo la palabra para narrar, con algunas de las que usó al recoger el reconocimiento, esta bella historia: «Hace ya diez años, un grupo pequeño comenzamos a dar los primeros pasos para que nuestra ciudad tuviese también su Banco de Alimentos. Éramos pocos, pocos jóvenes y muchos mayores, pero no había nadie que nos ganara en el convencimiento de que íbamos a ser capaces de lograrlo. Lentamente, vinieron más que se unieron a la tarea, como Cajasur que hizo posible la actual sede o el apoyo de Mercacórdoba. Llegaron los donantes, lo primero ajos y mayonesa Musa. También los más importantes, los voluntarios […]. Así hemos crecido, no sin dificultades, y Banco de Alimentos es una realidad, en la que es mucho más lo recibido que lo que he aportado. Recojo este premio con mucha ilusión. Es un pan, algo sencillo, de cada día, que se reparte entre los que están en la mesa. Y por ello me alegra recibirlo, porque simboliza el trabajo y el esfuerzo de los que, cada día, hacen posible que el pan se reparta entre quienes lo necesitan, y luchan por una Córdoba sin hambre». Sé que velas por ello.
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