Urbanismo

La Manzana de San Pablo, 30 años de cambios en el Casco Histórico de Córdoba

Historia de un proyecto que arrancó en el 92 y que han tocado todos los gobiernos

El Palacio de Orive, la cambiante historia de un edificio recuperado

Urbanismo inicia la quinta fase del proyecto de San Pablo-Orive

Firma del acuerdo de financiación ABC

Rafael Ruiz

La Gerencia de Urbanismo inicia en estos días la quinta fase del Plan Especial de la Manzana de San Pablo , un programa urbanístico que ha desmentido muchísimos mitos de la acción municipal. Fue firmado por Gabriel Ruiz Cabrero (uno de los conservadores de la Mezquita-Catedral) y Jorge Silvetti , del despacho Machado Silvetti, que ahora estaría fuera de las posibilidades del Ayuntamiento de Córdoba porque juega en otra liga. Es una prueba de que se pueden hacer parques y zonas de relación en cascos históricos sin desvirtuar un gramo los valores históricos. Cuesta dinero, tarda en hacerse. Pero se puede. Basta con planificar las cosas y poner recursos a ello.

Un detalle del marco temporal es indicativo. La operación arrancó con la primera expropiación parcial del antiguo huerto de la orden claretiana por el gobierno municipal de Herminio Trigo en 1992. Han pasado, pues, treinta años de que se tomase la decisión de una operación que ha formado parte de una cadena de decisiones que afecta a gobiernos de IU, del PSOE y del PP indistintamente. Todos han puesto su granito de arena de un proyecto que se planificó por valor de 533 millones de pesetas de 1999 que se han quedado un tanto desfasados por la realidad.

Cautelas arqueológicas

La manzana de San Pablo es un lugar bastante especial con tremendas cautelas arqueológicas . Bajo el suelo se encuentran los restos del gran circo romano (que hay que imaginarse como la pista con forma de hipódromo que aparece en ‘Ben Hur’). Es en esta parte donde se realiza el definitivo asentamiento de romanos en la zona porque el primero, y provisional, tuvo lugar aguas arriba. En Al Andalus, se sabe que fue una zona de transición entre los dos recintos amurallados pese a la aparición de restos almohades.

La conquista de Fernando III implica la fundación de dos conventos, San Pedro el Real (hoy, la parroquia de San Francisco) y San Pablo , que van a cambiar de forma total toda la franja de ciudad que va desde la actual Ribera hasta el entorno del que hoy es Ayuntamiento de Córdoba. El entorno queda delimitado por calles centrales de la ciudad medieval como la plaza del Salvador, la puerta del Hierro, el reciclado de la Vía Augusta (el actual eje San Pablo-Realejo), Esparterías, Almonas o Marmolejos. La actual configuración es un eco de muchas épocas aunque bebe de las obras de urbanización del siglo XIV cuando la zona recibió el nombre de Barrionuevo .

El parque de Orive, hoy Valerio Merino

La operación de la manzana de San Pablo se ha convertido, con el tiempo, en un ejercicio de recualificación urbana de un sector del Casco Histórico que tenía un bien de primera necesidad disponible. Y no se arrancó por el parque sino por el Palacio de Orive. De propiedad municipal desde el 92, la Casa de los Villalones , su nombre correcto, se levantó en el siglo XVI bajo la dirección de Hernán Ruiz aunque recibió una profunda transformación a principios del siglo pasado con la colaboración del arquitecto regionalista Aníbal González .

Escuelas taller

La última actuación de reforma, para convertirlo en sede de Cultura, arrancó en 1997 con una serie de escuelas taller que restauron los 1.500 metros cuadrados de edificio. Ahora es Bien de Interés Cultural con categoría de monumento . La expropiación se pagó con dinero municipal y un programa de la Junta con el que se intentó compensar a las capitales andaluzas del dineral gastado en Sevilla durante la Expo 92 y que dio lugar a la fallida actuación del Teatro de la Axerquía, entre otras iniciativas.

Una de las curiosidades del plan especial estriba en esta parte del proyecto. Ruiz Cabrero y Silvetti reformularon la plaza de Orive como un acceso al nuevo parque. Y entendieron que se podía aprovechar el solar que ahora ocupa el aparcamiento que usan altos cargos municipales como un estacionamiento con tres plantas subterráneas más varias plantas en altura hasta llegar a las altura de las cornisas de la calle San Pablo. Se constataron dos realidades: la escasez de aparcamiento en la zona y que el solar estaba limpio de restos arqueológicos.

Obras de creación del parque en su segunda fase Roldán Serrano

El corazón del proyecto, sin embargo, siempre fueron los más de siete mil metros cuadrados de huerto de naranjos que la familia propietaria del Palacio de Orive tenía en la zona . Un espacio extraordinario dentro de una zona donde la zona verde más grande es el jardincillo de San Andrés. Las obras tenían una estimación inicial de diez mil pesetas por metro cuadrado. Arrancaron en 2002, con José Mellado en Urbanismo, y tuvieron una segunda fase en 2007. El coste total fue de unos 800.000 euros .

Desde los primeros papeles municipales, se abordó que el parque de Orive no podía estar sin usos. De ahí surge la idea de recuperar lo que en el plan especial se llama sacristía y ahora es la sala Orive . Un edificio creado por Hernán Ruiz para la orden dominica que nunca llegó a acabarse. La restauración fue proyectada por Francisco Gómez Díaz.

Lo mejor del proyecto es que mantuvo el espíritu de la construcción original colocándole una cubierta nueva y un módulo de acceso. Se respetó, incluso, la grieta dejada en la pared principal por el terremoto de Lisboa. Lo que originalmente estaba pensado como sala de concierto ha devenido en sala multifuncional que podría acoger incluso las sesiones plenarias municipales mientras se lleva a cabo la reforma de la sala de Capitulares.

La sala capitular, antes de la reforma Roldán Serrano

El jardín tenía un problema de accesos que es en lo que se está trabajando. Inicialmente, contaba con la entrada del callejón de Orive. Los sucesivos proyectos entenían que había que conectarlo con la ciudad en un eje Norte-Sur y otro Este-Oeste. El primero se completó con la habilitación del antiguo adarve que es hoy la calle Huerto de San Pablo donde se recuperó la antigua portada. Ahora se trabaja en la conexión Este-Oeste con una entrada ajardinada desde la calle Capitulares.

El plan especial decía que había que generar un corredor peatonal completo lo que obligaba a expropiar el cine de verano C oliseo San Andrés , incorporarlo a la red de teatros públicos y generar una entrada y salida por la calle Fernán Pérez de Oliva. Ese proyecto, en tanto interfiere con el cine de verano, es posible que nunca llegue a ver la luz. Al menos, mientras las pantallas al aire libre sean el éxito que son.

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