Obituario
Manuel Nieto Cumplido 'in memoriam'
El autor glosa la relevancia del historiador y sacerdote
Con motivo del fallecimiento de Manuel Nieto Cumplido (Palma del Río, 1935), resulta necesario escribir estas líneas de homenaje a quien durante cincuenta años custodió, investigó y puso en valor el lugar donde vive la memoria del principal monumento de Córdoba: la Mezquita-Catedral . Desde 1972 fue, por oposición, su canónigo archivero, realizando una admirable labor que cuajó en libros como 'La Catedral de Córdoba' o el 'Corpus Mediaevale Cordubense', el trabajo que inició en 1970 y del que están a punto de salir los siete tomos que componen una obra magna donde se reúnen los documentos que nombran a Córdoba y su territorio desde el siglo XIII al XV.
Su faceta cultural y de defensa del patrimonio histórico y artístico se muestra también en más libros de gran investigación histórica, en sus colaboraciones con el 'Catálogo Monumental de la Provincia ' que publicó la Diputación, en su pertenencia activa a la Real Academia de Córdoba, en su representación de la Iglesia en la comisión mixta Junta de Andalucía-Iglesia, en sus clases en el Seminario Mayor de San Pelagio y en el Centro Bíblico Santa María Madre de la Iglesia y, en tiempos del gobierno de UCD , como delegado provincial del Ministerio de Cultura . Su faceta sacerdotal tuvo dos escenarios principales, la citada Catedral, y, antes, Peñarroya-Pueblonuevo , de la que llegó a ser párroco y donde fue destinado poco después de su ordenación sacerdotal en 1959.
Hace mucho años, en 1998, don Manuel me ayudó a escribir mi primer libro, la biografía de mi tío, Juan Jurado Ruiz , compañero suyo en la Catedral. Él me abrió y me guió por los archivos de la Catedral y de la Diócesis y me dirigió el libro, convirtiéndolo en un estudio riguroso y científico. Hasta fue él quien eligió el título, 'Juan Jurado Ruiz: una vida para la Iglesia de Córdoba (1906-1984)'. Cada tiempo que pasa le agradezco más aquellas largas horas que me dedicó con afecto e interés y lo que aprendí de él. Hoy ya recorre los archivos eternos, mientras su memoria queda enredada para siempre en las columnas y los legajos de la Catedral. Descanse en paz.
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