DESDE SIMBLIA
Con las manos vacías
La propaganda del PSOE andaluz usa eufemismo para manifestar de forma suave el fiasco de la visita de Susana Díaz a la Moncloa
Si bien desde las terminales propagandísticas del PSOE andaluz , que suelen funcionar como una máquina perfectamente engrasada, se dice lo contrario, el regreso de la visita a la Moncloa de Susana Díaz sólo ha producido imagen. Dichas terminales utilizan eufemismos , es decir manifiestan de forma suave y decorosa un fiasco cuya verdadera expresión resultaría dura o malsonante. La lideresa del Sur ha vuelto con las manos vacías . Si los resultados de esa visita se hubieran producido habitando en ella un inquilino del PP los gritos de maltrato a Andalucía por la pérfida derecha hubieran llegado a los espacios siderales . A nadie deben extrañar tan magros resultados porque, si antes ocupaba la sede del gobierno de España un adversario político -gentes de otros planteamientos ideológicos-, quien ahora lo ostenta -alguien, sin fundamento, diría que lo detenta- es un afín ideológico , pero un enemigo en términos políticos .
Habla la presidenta andaluza de la inmediatez de quinientos millones de euros para Andalucía , como si se tratara de una especie de maná que llega con carácter extraordinario y que ha conseguido con sólo pisar el despacho presidencial. Pero ese maná no es tal. El setenta por ciento de dicha cantidad es, simplemente, una autorización de gast o y el otro treinta por ciento un anticipo a cuenta . Es decir, dinero que ya estaba consignado al que le han dado permiso para gastarlo. La única novedad es una inversión cercana a los veinte millones , en el Campo de Gibraltar , para hacer frente a la avalancha de inmigrantes que llega a las costas andaluza s y ha desbordado a los ayuntamientos de la zona . Avalancha que ha coincidido con el cierre de los puertos italianos a la inmigración y que Sánchez decidió acoger al « Acuarius» porque sin duda era una urgencia humanitaria.
Llama la atención que nada se dice respecto al nuevo modelo de financiación autonómica , en el que Díaz exige -al menos lo exigía antes de que se produjera el cambio de gobierno - un incremento de cuatro mil millones para financiar adecuadamente los servicios públicos que presta la Junta de Andalucía . Veremos que sucede . Lo ocurrido con ciertas demandas , en ocasiones anteriores, no invita , precisamente, al optimismo . Recuerden cómo se resolvieron los miles de millones que se exigían al Gobierno central a cuenta de la llamada «deuda histórica» . Se saldó de forma «fraudulenta» para los intereses de Andalucía con los socialistas gobernando en Madrid -por descontado también en Andalucía-. Esa demanda se activaba cuando el PP eran quien gobernaba en España e inmediatamente se le ponía sordina cuando el gobierno estaba presidido por los correligionarios . Sobre la deuda histórica no se ha vuelto a hablar desde que el gobierno de Rodríguez Zapatero , en una impresentable faena aliño, la liquidó -con la anuencia de los socialistas andaluces- con unos t errenos procedentes , en la mayor parte de los casos, de antiguas instalaciones de Defensa que habían quedado en desuso .
¿Llegará la sordina a las exigencias económicas con qué hacer frente a las deficiencias en infraestructuras o la escasa financiación para atender los servicios públicos r eclamada hasta hace unos meses ?
Por lo pronto, la imperiosa inmediatez de la reforma de la financiación autonómica que formulaba la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero , cuando era consejera del ramo en la Junta de Andalucía , ha desaparecido. La ahora ministra se limita a decir que no hay tiempo y que no es el momento .
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