Opinión
El mandato parchoso
Bienvenidos al mundo real. Los cordobeses se ocupan, sobre todo, de las cosas relevantes como el empleo, la economía o el bienestar personal pese a la agenda pegosa municipal
De todos los mandatos municipales de los que he sido testigo -desde las prácticas en los estertores de Herminio Trigo hasta ahora-, este es el que más tiempo he dedicado a informar de parches. Parche, como ustedes bien saben, es un localismo que se utiliza en algunos municipios de la provincia de Córdoba como sinónimo de nuestro simpar pego. Es la cosa de poca relevancia, a la que no hay que dedicar más tiempo que el preciso. El que insiste en el parche, como el pegoso, recibe el nombre de parchoso , con el matiz peyorativo de que le falta un hervor, no hay que hacerle más caso que el justo y es recomendable que pase por terapia o medicación.
Esta es la corporación municipal parchosa. La que más tiempo ha dedicado a las cosas que no importan o que no tiene en su mano desarrollar malgastando tiempo y esfuerzo . Dice la encuesta de Dataestudios que hoy le presentamos que la mayor parte de los cordobeses tienen como principal preocupación el empleo , la economía con la que sustentar sus familias o las carencias que de su ausencia de pudiera derivar. Verdaderamente sorprendente si se tienen en cuenta las horas y horas que este nuestro gobierno municipal ha dedicado a las relaciones Iglesia-Estado o al pacto de Milán por la soberanía alimentaria.
Resulta que los cordobeses y cordobesas tienen necesidades primarias que, aseguran, es donde el Ayuntamiento de Córdoba les falla. La generación de un entorno amable para los negocios. Que la ciudad esté medianamente limpia. Que los barrios tengan un entorno seguro dentro de lo que puede garantizar estas cosas la institución municipal. El problema radica en que buena parte del tiempo de los cuatro años que durará el mandato en curso se han gastado en debatir sobre el sexo de los ángeles . Con un matiz, el Ayuntamiento de Córdoba, dice la encuesta, aprueba en la gestión de la ciudad en abstracto pero suspende cuando se pregunta por lo cercano. La calle, el barrio, el parque. Lo que va más allá de lo que aparece en el periódico y llega a la piel misma del votante.
Hace cuatro años, la encuesta preelectoral de ABC realizó la misma pregunta sobre la percepción que se tenía de la ciudad cuando el mandato de José Antonio Nieto llegaba a su fin. Los que afirmaban que la ciudad seguía igual han pasado del 32 por ciento en 2015 al 57,5 por ciento. Quienes aseguraban que la ciudad ha mejorado sumaban el 32,7 por ciento frente al 21 por ciento del último barómetro. Los que afirman que ha empeorado han subido del 18,5 al 19,4 por ciento. Es decir, el legado del tándem Isabel Ambrosio-Pedro García tiene un grave problema para explicar que su paso por el poder ha tenido efectos tangibles, mejoras que se pueden tocar con las manos. Y eso ha ocurrido en un periodo institucional en el que no ha faltado una clave: el dinero .
El mandato que vino a estar con las personas, a realizar un cambio tranquilo pero firme de carácter social, tiene su mayor punto fuerte en la política de fiestas y festejos. Ni el urbanismo a escala humana verde y sostenible, ni la política social volcada con los que menos tienen. Lo mejor que puede exhibir, cuando las elecciones municipales se encuentra enfilando la proa de la actualidad, es el trabajo que se ha realizado con la organización de actividades tradicionales para el solaz de los vecinos. Por la cola, apunten, el desarrollo económico, la gestión del tráfico y aparcamientos, las relaciones con la Iglesia Católica y el urbanismo . Se podrán decir muchas cosas pero no que los cordobeses han calado sobradamente al equipo municipal que ha gestionado sus impuestos.
Y mañana, hablaremos del gobierno.