Los maceteros bloquean todo acceso rodado a la zona peatonal junto al Puente Romano

Una pasarela peatonal por la que circulan, en el peor de los casos, centenares de personas cada día es una ubicación especialmente sensible. Por este motivo, el Puente Romano de Córdoba ha sido el primer emplazamiento elegido para colocar barreras físicas que puedan entorpecer todo lo posible un ataque terrorista como el atropello múltiple de Las Ramblas. La primera medida ha sido blindar completamente los accesos a la zona peatonal.

El acceso ha sido bloqueado al Sur por un macetero de grandes dimensiones colocado junto a la Torre de la Calahorra , entorpeciendo el paso en la zona más estrecha del Puente Romano. Al Norte, el despliegue de medios ha sido mayor. Dos de estos obstáculos cierran ya la entrada «principal» del puente, en paralelo a los otros dos colocados en el interior del arco de la Puerta del Puente . Cinco maceteros, los previstos, para bloquear los accesos principales. Pero ha habido más.

Los responsables de garantizar la seguridad de la ciudad no se han querido pillar los dedos y han colocado también maceteros en los dos laterales de la Puerta del Puente . Ningún vehículo podrá aprovechar el hueco que separa al monumento del triunfo de San Rafael, a un lado, y del Centro de Recepción de Visitantes , al otro, para llevar a cabo un acto terrorista ni de ningún tipo. También se ha cerrado a toda posibilidad de paso rodado uno de los laterales del Centro de Recepción de Visitantes con un macetero de gran tamaño.

No habrá, por lo tanto, opción alguna de incorporarse desde calles abiertas al tráfico como Magistral González Francés , Amador de los Ríos o Cardenal González a la zona peatonal que se abre junto al río ni recorrer a bordo de un vehículo los más de 300 metros de longitud del Puente Romano.