La Graílla
Sístole y diástole
Igual que se quedan vacías las aulas de los colegios pasará pronto en los institutos y en la Universidad que sigue creciendo
Cuando parece que nada para de crecer llegan los datos de la escolarización para prometer un futuro en que todo tendrá que menguar. Sístole y diástole , contracción y relajación, aunque nadie quiera saber qué pasará con los siguientes latidos. En la misma semana en que se ha sabido que el 28 por ciento de las plazas de Educación Infantil están libres porque no hay niños que puedan ocuparlas, la Junta de Andalucía ha prometido que cederá la actual sede de la Biblioteca Pública Provincial , cuando se pueda usar la que se ultima en los Jardines de los Patos, para que se pueda ampliar allí la Facultad de Filosofía y Letras.
La Universidad sabrá desde luego las carencias del antiguo hospital del Cardenal Salazar , y no serán pocas si hace tantos años que busca sitio y hasta lo ha intentado con la antigua Zona Militar. La actual biblioteca, con su monumental escalera de Verdiguier , vendida por la diócesis en los años en que un local comercial era una iglesia, puede hacer respirar en despachos y aulas a quienes ahora trabajan a veces en habitaciones sin ventanas. Sin conocer los cálculos de espacio, la unión de las dos noticias no deja de recordar a la pareja que se compra un coche familiar con el maletero grande y muchos asientos cuando un hijo está estudiando para la Selectividad y los otros ya han terminado la ESO.
Hasta esta época la sociedad era capaz de renovarse y traer a generaciones nuevas que reemplazarán primero en las aulas y más tarde en las fábricas y en las empresas a quienes habían rendido antes, pero ahora tiene más el aspecto de ese matrimonio ya maduro que verá a los hijos marcharse de vacaciones con los amigos y sabrá que no habrá relevo que ocupe las habitaciones grandes que se quedarán vacías de vida y llenas de objetos y recuerdos que no querrán llevarse a sus pisos nuevos y pequeños .
Igual que se van quedando vacías demasiadas aulas de los colegios estarán pronto igual las de los institutos y las Facultades terminarán notando, quizá antes de que se haya podido pagar la obra para adaptar el edificio de la calle Amador de los Ríos, que los que llegan con la carpeta llena de ilusiones y dudas son cada vez menos y tampoco hay final para la caída, porque si antes se formaban familias de las que salían personas que querían hacer lo mismo, ahora los que tienen hijos son casi los menos y de allí saldrán muchos que caigan en la tentación de una vida con experimentos biológicos y sin sacrificios .
Así sucede que también Córdoba sigue creciendo en barrios nuevos y alejados mientras ya no los históricos, que por supuesto, sino también algunos de los que están extramuros se quedan vacíos y con viviendas envejecidas. Sístole y diástole, aunque el que haya visto en una ecografía latir su propio corazón habrá notado cómo la razón le habrá hecho caer en la cuenta de que todo aquello que se mueve, sea una pelota que rueda o una hoja que cae, terminará por detenerse.
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