Verso suelto

Relato copiado

Alguien pensó que la ocasión la pintan calva con grandes posibilidades de estrellarse

Mitin de Santiago Abascal en Córdoba Valerio Merino
Luis Miranda

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Cuando Pablo Iglesias dijo que había que politizar el dolor no era original. Las revoluciones y los cambios graduales o violentos crecen siempre con el abono del descontento del pueblo, pero él fue un poco más allá y animó a mirar a ciertos problemas para que las lágrimas de quienes los sufrían fuesen la argamasa con que armar el edificio de votos y notoriedad con el que su partido tenía que crecer.

Lo que dijo su líder no fue más que una formulación descarada, porque la idea de fijarse en las personas que lo pasan mal para hacer de ellos una bandera es bastante vieja. Cuando el PSOE empezó a hablar de que la violencia que algunos hombres ejercían sobre sus esposas era estructural, y estructural quería decir que todos los varones eran sospechosos , también tomaba el dolor particular de las mujeres maltratadas y asesinadas y de sus familias, y lo politizaba mediante asociaciones que no conseguían más que hacer pancartas moradas con dinero público y con una ley que distinguía entre sexos para un mismo delito. Podemos quería hacerlo con los desahucios pero apenas consiguió a unos cuantos con camisetas y modos de hampón a los que una familia normal que tenía un piso debía pedir permiso para conseguir cobrar el alquiler.

Lo que la semana pasada hizo Vox en Córdoba no es nada original. La Policía detuvo a dos jóvenes por robo y presunta agresión sexual a una joven en la Ribera y aunque su nacionalidad marroquí estaba tan clara como que eran mayores de edad, porque uno de ellos fue a prisión, alguien pensó que la ocasión la pintaban calva . En la semana en que el gobierno de Marruecos había sembrado Ceuta de chicos desorientados, con los ecos de la voz de Santiago Abascal clamando en Gran Capitán, la historia de unos menas peligrosos como depredadores feroces por la tranquila Córdoba era demasiado atractiva como para no hacer una buena historia en el que aparecer como protectores de la ciudad frente a los invasores bárbaros. Cada uno puede proclamar el programa que quiera, pero los buenos guionistas de cine saben que cuando una película es un éxito como lo fue la desdichada Manada de San Fermín , los que van tarde y copian el relato tienen muchas papeletas para estrellarse.

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