Verso suelto

Lo que hoy es un pego

El pego no es más que el embrión de lo que al cabo de un tiempo termina siendo una idea troncal

Un caballo enganachado a un coche en los alrededores de la Mezquita-Catedral de Córdoba Valerio Merino
Luis Miranda

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Las siglas incógnitas que esta semana tuvieron la ocurrencia de querer cambiar los coches de caballos de Córdoba por calesas eléctricas han hecho algo más que alegrar los días de agosto a los periodistas y a la gente que ha animado los grupos de guásap con iconos de risa y mofa. Es cierto que no merece la tinta hablar de una idea extraña formulada por asociaciones que tendrán casi tantos miembros como letras en el nombre y que apenas lograrán que Podemos o Izquierda Unida lleven el asunto a un Pleno municipal en el que habrá un debate de chistes de trazo grueso y una votación de goleada en contra. La experiencia, sin embargo, dice que el pego no es más que el embrión de lo que al cabo de un tiempo termina siendo una idea troncal del programa. Lo que asumen como dogma los que la aprueban en el poder y que los demás no se atreverán a tocar luego. Ya hubo una parlamentaria morada que dijo que la cultura ecuestre no era más que explotación animal .

Sin el contacto con el ser humano que lo monta con fines culturales y recreativos y lo usa de animal de tiro, el caballo llegaría en pocos años a reservas como la que Pascual Rovira levantó en Rute para proteger al burro de una extinción casi segura. La idea es clara por simple y bastaría para liquidar el asunto para siempre, pero quienes la dicen quizá fueron los mismos que aseguraron que el consumo de carne de vacuno se cargaba el mundo, y no hace tanto lo proclamó todo un ministro del Gobierno. Lo justificó con cifras y prediciones agoreras que señalaban para el año que viene al aire acondicionado como padre del cambio climático.

La postura antitaurina también era marginal en los años en que los políticos no se miraban el carné para sentarse en la barrera o el burladero, y ahora ya es parte imprescindible del equipamiento de serie del que diga hacer cultura y sea de izquierdas, valga la redundancia.

La ministra de Igualdad que parece una monologuista cuando dice niños, niñas y niñes legislará cualquier día para que todos tengan derecho al plural en el cual se autoperciban como incluidos y para entonces no habrá risas: nadie se atreverá a decir que un derecho o un dogma es un pego.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación