La Graílla
Lesa estadística
El Covid ya no tiene pena de intubamiento, sino castigo de diez días de arresto domiciliario
Si la Lotería de Navidad es el impuesto de los que no saben matemáticas, el coronavirus es la enfermedad que hace temblar a los que no son capaces de interpretar la estadística. Al final la crisis del Covid va a tener que ver con la falta de competencia -palabra de moda entre los que derriban lo que queda del sistema educativo-, de una gran parte de la población para entender los números. Los que en el Bachillerato escapaban hacia las letras por liarse con los paréntesis y las derivadas se aterran delante de la curva de los contagios y los que sacaban sobresaliente andan demasiado impresionados para desempolvar los viejos apuntes.
Desde aquellos días de la gente en los balcones y los aplausos a los mismos sanitarios que ahora andan empeorando las cifras quizá por saber ellos mismos lo que importan estos números, en Córdoba han dado positivo en Covid 77.874 personas, lo que quiere decir que el diez por ciento se alcanzará dentro de pocos días. Antes de que los pelos se pongan como escarpias hay que explicar que los que han estado hospitalizados en planta son 5.517 . De los contagiados suponen el 7 por ciento, pero del total de la población el 0,70. Es como si de Peñarroya hubieran estado ingresadas 70 personas en estos casi dos años, y el que diga que son muchas que haga las cuentas de cuántas habrán ido por otras cosas desde marzo de 2020. Los fallecidos son 1.100, el 1,41% de los que se han infectado, y el 0,14% del total. Catorce en una población como Fernán Núñez .
En Cuidados Intensivos están o han estado 680, que entre 10.000 cordobeses son 87 y entre 10.000 enfermos son ocho. Los 19 de ahora ocupan la cuarta parte de las camas , así que está controlada la llamada presión hospitalaria, el dato crítico, porque las plazas de UCI son tan preciosas como la sangre y los órganos y no se pueden reproducir en casos de urgencia. Esta enfermedad de lesa estadística no tiene ya en la mayoría de los casos condena de intubamiento ni traqueotomía , sino castigo administrativo de diez días de arresto domiciliario , pero llega a una población tan desarmada que cumple una condena que sólo vigilará su propia conciencia. No habrá alguaciles que miren que ninguno de los que salen de su casa sin muchos más síntomas que un positivo en la PCR debe estar en su dormitorio.
Si ahora están a punto de pinchar a los niños , que apenas acusan la enfermedad y que si acaso se la pasarán a sus padres vacunados , es también por problemas con las gráficas de evolución , tan rojas y alarmantes como verdes y optimistas están en los laboratorios que recetan dosis y más dosis para una enfermedad con más variantes que una vieja quiniela millonaria. Por seguir con los números, desde que empezó a importar sólo el coronavirus, se han dejado de detectar en Andalucía el 17 por ciento de casos de cáncer , y no habrá que repetirlo no sea que los que fallezcan por no tener tratamiento a tiempo sean también víctimas de Covid y refuercen este mundo de camareros pidiendo certificados sanitarios .
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