VERSO SUELTO

Imperfección

Hay una democracia imperfecta tan imperfecta que la gente puede salir a la calle para decir que no hay libertad de expresión

Manifestación en Córdoba en apoyo al rapero Hasel VALERIO MERINO
Luis Miranda

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En España hay una democracia imperfecta tan imperfecta que la gente puede salir a la calle para decir que no hay libertad de expresión y nadie se mete con ellos. Les pasó a las cien personas que al mediodía del sábado decidieron concentrarse y leer un manifiesto en Gran Capitán. No cogieron adoquines para tirarlos, no rompieron escaparates y si se taparon la mitad de la cara fue con las mascarillas del coronavirus, pero es que la Policía tampoco sacó la caballería ni detuvo a la gente por expresarse y decir que no había que encarcelar a un tipo con condenas por amenazas y lesiones. Como democracia imperfecta todavía hay camino para imperfeccionarse un poco más .

Unos cuantos de los que se manifestaron en Córdoba para pedir que amnistíen a ese ciudadano al que no ha escuchado nadie de los que lo defienden ni de los que piensan que está bien que vaya a la trena llevan mucho tiempo hablando sin que nadie los amordace. La libertad de expresión de esta democracia limitada e incompleta tiene una permisividad rara y ni siquiera pone peros cuando se repiten falsedades y se consigue que las mentiras se queden como leyendas.

Por allí andaba un profesor de Derecho de quien hay fundados motivos para pensar que no conoce demasiado bien la legislación , porque igual que dice cosas que no son sobre ese rapero desconocido se ha hecho famoso a su forma por contar una historia en la que ha difundido una palabra nueva, la inmatriculación, y hasta ha conseguido que algunos se crean la leyenda de la Iglesia que se quedó con la Mezquita por treinta euros como las treinta monedas de Judas , cuando todo el mundo sabe que antes estaban los musulmanes que tanto gustan a los allí reunidos.

Será que la libertad de expresión no tiene límites ni allí donde debería tener unos topes piadosos y humanistas: los de conseguir que la gente no se arrastre demasiado por el suelo ni falte tanto a la verdad que los demás piensen que les patinan las neuronas o que no saben cómo llamar la atención para que les den un carguito. Qué se va a esperar de un país de democracia imperfecta tan imperfecta que hasta un señor condenado por secuestro y pertenencia a banda armada cuela como antiguo preso político .

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