VERSO SUELTO

El búnker

El gobierno municipal, de PP y Cs, se ha topado con él cuando ha querido cambiar la gestión del Festival de la Guitarra

Uno de los conciertos de la edición de 2019, última en celebrarse, del Festival de la Guitarra de Córdoba Á. CARMONA
Luis Miranda

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Más que el búnker de derechas que pensaba en vano que sería capaz de continuar la dictadura sin Franco , como si el régimen fuese otra cosa que la ladina adaptabilidad de su creador, dura en Córdoba el búnker de izquierdas que blinda cualquier innovación de las bases extensas que crearon Julio Anguita y Herminio Trigo y que Rosa Aguilar pintó después del color de su nombre. Los alcaldes que han osado romper la hegemonía de alma socialdemócrata, olor a cocido y pañuelo palestino han tropezado con torres enrocadas que disparan cuando alguien quiere cambiar sus viejas almenas.

El búnker tiene a gente atrincherada y esa gente tiene ideas, pero es mucho más que unas cuantas camisetas hablando del neoliberalismo y de las inmatriculaciones. El búnker es sobre todo una actitud : la del que no quiere que las cosas cambien porque se beneficia de ellas y también la de quien tiene miedo a moverse. Es María Galiana en «Cuéntame» diciendo que la pila es mejor que la lavadora, es el hostelero medroso que prefiere tener lista de espera tres días a alquilar el local de al lado para crecer.

Con el búnker se ha topado ahora el gobierno municipal de Córdoba cuando ha querido cambiar la gestión del Festival de la Guitarra , que avanza en estos años en una inercia tan cansina que se parará cualquier día de estos. La propuesta del PP y Ciudadanos , que nunca han tenido demasiados amigos en eso que se llama la cultura, la han rechazado no los concejales de izquierdas, que eso iba de suyo, sino unos extraños independientes en los que hasta ahora no había reparado nadie. Profesores seguramente de brillante trayectoria pero a los que sentaron en los años del régimen interior, como estaban sindicatos y asociaciones de vecinos en otras empresas municipales, y que opinan sin que nadie los eligiera para gestionar dinero público .

El búnker es habilidoso porque llama progresista a aquello que conserva los edificios de hace treinta años aunque esté claro que se han quedado antiguos, y llama conservadores y rancios a los que quieren innovar para mejorarlo y adaptarlo a los tiempos. Que se hagan el harakiri como las Cortes de Franco será difícil, pero esa es la diferencia entre la alternancia y el cambio.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación