Luis Marín Sicilia: «No existe ningún partido capaz de poner fin a la polarización»

Todo empezó como un ejercicio privado. Luis Marín Sicilia quería dejar a sus hijos y nietos el legado de una vida dedicada a la política de un momento clave de la historia reciente, la Transición. Quería contar su vida, pero resultó que una vida como la suya merecía ser conocida por más gente. Así salió de la esfera íntima « Caminando en libertad. Vivencias de un hombre de la Transición »,el libro en la que el fundador de UCD en Córdoba y primer vicepresidente del Parlamento Andaluz ha plasmado su recuerdo de aquellos años en los que el centro político quiso poner orden en tablero polarizado en un país que acababa de salir de una dictadura de casi 40 años.

Ayer presentó el libro en su Carcabuey natal. Eligió su pueblo como primer escenario de la serie de presentaciones que realizará en 2020 porque, explica, «por mucho que me haya movido por Madrid o Barcelona siempre he mantenido el vínculo con mi tierra». En la obra traza un recorrido por sus vivencias desde la fundación de UCD y la primera legislatura del Parlamento autonómico hasta su apuesta por el Partido Reformista Democrático , en el que se implicó con Antonio Garrigues, Miguel Roca y Florentino Pérez. También hay sitio para el recuerdo de la época en la que estuvo vinculado al Sevilla FC en un libro de «más de 300 páginas lleno de fotografías en las que me rodeo de políticos de las altas esferas pero también con personas humildes, que son las que más saben de los problemas».

Cree que todas esas vivencias le permiten hablar con propiedad del presente y el futuro político. «Entonces, el centro fue decisivo para evitar enfrentamientos entre las dos Españas. Ahora existe un riesgo similar pero no hay ningún partido que se demuestre capaz de poner fin a esa polarización », afirma. A su parecer, hay dos peligros que atenazan al país. El primero es el populismo , la simplificación del mensaje por parte de una clase política que tiene mucho que envidiar a la de los tiempos de la Transición. El otro es el secesionismo catalán , «que es insaciable y no se puede domesticar».

De ahí que considere que vivimos un momento político «complejo» , con el país «en manos de un presidente que está incumpliendo lo más básico al pactar con quienes quieren romper España». Frente a ello, reivindica « moderación en el lenguaje y las formas pero también firmeza a la hora de exigir lo más básico, que es el respeto a la legalidad».