ROMERÍA
Lucena se queda sin la Bajada de la virgen de Araceli
La pandemia obliga a la virgen de Araceli a quedarse en su Santuario de Aras
A las siete de la tarde de este domingo las campanas de todos los templos de Lucena sonaron al unísono para anunciar la llegada de María Stma. de Araceli . Los balcones engalanados presagiaban su paso. Pero este año la Virgen no ha podido acudir a su cita con los lucentinos. La pandemia provocada por el Covid-19 ha evitado que este penúltimo domingo de abril , marcado con números de oro en el calendario aracelitano, se repita la tradición.
Los olivares y las jaras que jalonan la carretera de la sierra aguardaron en vano el paso de la Patrona de Lucena y del Campo Andaluz . No bajaron los caballistas. No hubo corrillos de devotos cantando su himno, ni fandangos de Lucena en su honor. La puerta de la Mina quedó vacía. No intercambiaron sus ramos de flores las Aracelitanas Mayores ni inundaron el trono romero de plata los pétalos de flores lanzados desde los balcones al paso de la «Madre dulce y buena» que cantara Pemán.
Rafael Ramírez, Hermano Mayor de la Real Archicofradía de María Stma. de Araceli aseguró ayer que vive esta situación «con mucha tristeza y preocupación, pero a la vez con esperanza y fe en que la Virgen de Araceli interceda ante Dios por el fin de la epidemia». Pese a todo, Ramírez reconoce que aún es pronto para decir taxativamente que este año no habrá Fiestas Aracelitanas y asegura que «dejamos la puerta abierta a poder recibir la visita de Nuestra Patrona antes de que acabe el año».
Juan Pérez, alcalde de Lucena , afirmó que «acogemos con resignación la situación porque sabemos que trabajamos por la salud de las personas, y esta primavera nos tendremos que acostumbrar a la presencia de María Santísima de Araceli de una forma diferente, sin salir de casa».
La santería es otro elemento consustancial a las Fiestas Aracelitanas . Rafael Moreno Sánchez fue designado por la Real Archicofradía de María Stma. de Araceli como manijero de la Romería de Bajada de este año. «Era una ilusión enorme, un sueño que aún no pierdo la esperanza de que pueda hacerse realidad», señaló Moreno, que ayer hubo de contentarse con vivir la jornada conectado con su «cuadrilla» de santeros de forma virtual para seguir la misa retransmitida desde un santuario vacío por Canal Sur Televisión.
También quedó la Bajada inédita para María Araceli Zamorano Cantero, Aracelitana Mayor, y el resto de su Corte. «Vivimos todo esto con tristeza, pero con la seguridad de que Ella nos recompensará la espera», señaló la Aracelitana.
A las nueve de la noche, las campanas de la parroquia de San Mateo , la «casa de la Virgen» en el pueblo, volvían a sonar como cada año para recibir a la Señora de Lucena . Desde su torre campanario pudo oírse su himno, pero Ella no estaba en el cancel del templo, sino en el corazón de todos los lucentinos, que la añoran en la distancia.
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