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El Pleno del Ayuntamiento de Córdoba debatirá levantar la prohibición de placas solares en el Casco
El PSOE pide cambiar la orden que se dio en 2007 que limita las posibilidades de autoconsumo
En el año 2007, la Gerencia Mu nicipal de Urbanismo emitió un decreto de su entonces presidente, Andrés Ocaña (IU), que era una excepción. En aquellas fechas, se aprobó el Código Técnico de la Edficación, la nueva normativa que han de cumplir los edificios nuevos en el Casco Histórico . Aquel oficio se acabó convirtiendo en una prohibición. Lo que inicialmente arrancó como no exigir las placas solares a los edificios de nueva construcción del Casco Histórico pasó a ser un veto en toda regla. No están permitidas estas instalaciones fotovoltaicas en todo el Casco salvo en las llamadas ordenanzas de zona renovada. Esos lugares que forman parte del Casco pero que tienen su parcelario tremendamente transformado y convertido en bloques de viviendas.
La realidad es que, a día de hoy, quien ha colocado un panel solar en su casa del Casco para calentar el agua o generar electricidad se estaba arriesgando a una visita de la Policía Local y a una sanción porque las licencias están prohibidas. Lo explica así el último documento realizado por el Servicio de Licencias que entiende que no se pueden autorizar así como no se les da permiso a las piscinas en la zona alta de las edificiaciones de una casa del Casco.
El grupo socialista del Ayuntamiento de Córdoba ha abierto el debate en el Pleno, que se celebra esta semana, con el objetivo de que se revise esta política. En una larga moción, reclaman al gobierno municipal de PP y Cs que revise una política que ha pasado de corporación en corporación sin que se le ponga freno. En la comparativa de pesos y medidas que es la política, el Ayuntamiento siempre pensó que había que proteger las vistas de los tejados de la ciudad de Córdoba por encima del gasto energético de sus vecinos o de la huella de carbono que éstos emiten al tener una prohibición expresa de instalación de equipos que generan energía de manera verde. El PSOE pide más: un plan propio financiado por dinero municipal o europeo para crear instalaciones fotovoltaicas allí donde no es posible.
El asuntos es que la política sobre el impacto del patrimonio histórico es compartida entre el Ayuntamiento de Córdoba y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía . Y esta última está siendo tremendamente exigente en el uso de los tejados: no quiere nada. No se permite, por ejemplo, colocar equipos de aire acondicionado que supongan elevaciones de los volúmenes de las viviendas. La realidad es que se trata de un impacto limitado porque el paisajismo de los tejados solo se ve desde otros tejados. El peatón rara vez puede ver qué se hace encima de una vivienda.
Algunos colectivos del Casco han pedido que se tomen medidas alternativas a la de la mera y simple despenalización de las placas solares. Por ejemplo, que se permita la creación de comunidades de producción agrupando placas fotovoltaicas. Para eso es preciso espacio que suele ser caro.
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