La llamada de Bangassou

Las camisetas de los voluntarios de la Fundación Bangassou que colaboraban ayer en la comida a beneficio de la entidad en el Real Círculo de la Amistad lo decían todo: «Echa una mano. Un poco de lo tuyo es mucho para ellos». Ése era el ánimo de la reunión, a la que acudieron unas dos mil personas en una jornada soleada que hizo del patio de la institución de la calle Alfonso XIII el músculo solidario de la ciudad.

Córdoba abrazaba a la región de la República Centroafricana de la que es obispo Juan José Aguirre Muñoz, que era el protagonista del día y como tal se comportó. Gentil, amable, dadivoso en sus abrazos, allí estaba en el recibidor del Círculo, justo al pie de las escalinatas, para saludar con afecto a cuantos llegaban a la cita. «Éste es el mejor regalo para mí y los míos: veros aquí felices»; «vuestro apoyo es nuestra fuerza para seguir adelante»; «os llevo siempre conmigo», repetía el religioso al inicio del ágape rodeado por sus hermanos Miguel y Jesús y por algunas de las autoridades que acudieron.

Entre estas últimas destacaba la del responsable de Cooperación del Ayuntamiento, Rafael del Castillo (Izquierda Unida), ya que esta misma semana ha quedado restituida la ayuda municipal a la Fundación. Así que donde hubo discordia, que la ha habido y encendida en los dos últimos meses, ahora reinan las buenas formas. Las tuvo el prelado, y bien a la vista, con la nutrida representación de la cúpula del PP local que no faltó al encuentro el Círculo.