Conflicto laboral
Las limpiadoras del Reina Sofía de Córdoba amenazan con ir a la huelga si no obtienen mejoras salariales
Piden que los pluses por nocturnidad, festivos y sábados se les abonen aparte del salario, que en su caso es el SMI, es decir, 950 euros mensuales
Las trabajadoras del servicio de limpieza del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba están en pie de guerra. Hasta cinco veces se han concentrado ya ante las puertas del complejo sanitario para denunciar los «abusos salariales» que sufre más de la mitad de la plantilla, que generan agravios comparativos entre unas y otras empleadas. Las limpiadoras aseguran que no pararán hasta conseguir mejoras salariales: en principio, proseguirán con las protestas el próximo viernes, 2 de abril (a las 10.00 y a las 17.00 horas); y barajan realizar paros parciales e incluso ir a la huelga si la UTE concesionaria del servicio -formada por Eulen, Ferrosur e ISS- no se sienta a negociar.
En concreto, las trabajadoras piden que los pluses por nocturnidad, festivos y sábados se les abonen aparte del salario, que en su caso es el SMI, es decir, 950 euros mensuales. Actualmente, las trabajadoras cobran 950 euros independientemente de si hacen turno de noche, festivos o sábados. De esta forma, unas trabajadoras cobran 950 euros por trabajar de lunes a viernes, y otras cobran lo mismo aunque además hacen noches, sábados y festivos.
Maribel González , la responsable de CC.OO. en la UTE concesionaria del servicio recuerda que las trabajadoras realizan una labor esencial, como es la de la limpieza, y que «han respondido dando lo mejor de sí mismas durante el año de pandemia, a pesar de la falta de personal y de medios. Por eso, ha llegado el momento de reivindicar un trato salarial digno».
Esta circunstancia viene a poner la puntilla a la difícil situación que vive este colectivo, apuntael secretario General de Construcción de CC.OO. de Córdoba, Antonio Salazar, quien remarca que «la limpieza es primordial en un centro sanitario como este, y sin embargo, no solo no se reconoce su trabajo, sino que las empresas se aprovechan de ellas y les pagan lo mínimo ».
Salazar hace hincapié en que las trabajadoras «están agotadas después de un año de pandemia, trabajando muy duramente, en primera línea, en muchos momentos, sin los equipos de protección adecuados y encima teniendo que cubrir la falta de personal y lo mínimo que se merecen es que se les pague una salario digno».
En este sentido, el responsable sindical lamenta «la poca sensibilidad de la administración, que en vez de aumentar las plantillas en una situación tan crítica como la que llevamos un año viviendo, ha hecho justo lo contrario, reducirlas , y se lava las manos y le pasa la pelota a la UTE concesionaria».