HISTORIA
Leyendas de Córdoba: el origen de chanza de la plaza de la Fuenseca
Las monjas del monasterio de las Dueñas cedieron un caño de agua en el siglo XVI de su convento para montar la fuente
La plaza de la Fuenseca de Córdoba, situada en una bocacalle de Alfaros, es uno de los lugares del casco histórico más populares tanto por el encanto del enclave como por el emplazamiento allí de un cine de verano. Pero, ¿porque se llama así esa plaza?, ¿y cuándo comenzó a forjarse su predicamento?
Noticias relacionadas
Marcial Hernández Sánchez da algunas claves de este hecho en su libro «Historias y leyendas de Córdoba», y para ello se refiere al que denomina «el único dato histórico que esconde de interesante, pues ni nombre se le puso nunca, aunque durante algún tiempo se le llamó, con cierta ironía, de la Fuenseca».
Caño abundante al principio
Todo ocurrió en el siglo XVI, cuando «las monjas del monasterio de las Dueñas cedieron el agua que sobraba de su pozo y que era muy abundante para que se hiciera una fuente pública en la plazoleta citada». Se da la circunstancia de que el año en cuestión fue muy lluvioso, tal y como indica el autor, de manera que «el venero del huerto del monasterio manaba con mucha abundancia, por lo que el nivel de la fuente se colocó alto para evitar que rebosase y al tiempo el pilar resultara de más capacidad».
Sucedió que los años de abundancia pasaron y las aguas dejaron de fluir, y «sólo en contados años muy lluviosos el agua del manantial podía llegar y subir a la taza y el caño de la fuente, y como estaba siempre seca se le dio en llamar, por mofa, con el nombre que hoy conserva», recalca el autor.