Ley del Suelo de Andalucía
La población en parcelaciones crece once veces más que el núcleo de Córdoba
La periferia ganó 7.200 habitantes desde 2011 y la malla urbana perdió 800; hay 25 asentamientos que multiplican por más de dos su censo
La población residente en parcelaciones se ha multiplicado casi por once frente a la que vive en el núcleo consolidado de Córdoba capital. Sin ser una ciudad que haya tenido en las dos últimas décadas vaivenes reseñables en su censo, los flujos internos de vecinos sí tienen una tendencia clara: hacia la periferia y los asentamientos que pueblan la Vega, la Sierra, el entorno del río o el eje de Levante hasta Alcolea prácticamente.
Según los datos del Nomenclátor del INE, entre 2001 y 2020 -sin que se haya testado por ahora el efecto de la pandemia, que ha llevado a muchas personas a ‘huir’ hacia viviendas aisladas o más metidas en el entorno del campo-, los cordobeses que residen en el núcleo urbano han caído en alrededor de 800 , mientras que aquellos que han decidido ubicarse en todo el perímetro que circunda a la malla urbana -recuérdese que Córdoba es el segundo término municipal más grande de Andalucía tras Jerez de la Frontera- han aumentado en más de 7.200 vecinos en todo este tiempo.
Como dato objetivo añadido sirva que estos 20 años de evolución demográfica interior coinciden con la vigencia del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que ha permitido realizar hasta dos amnistías urbanísticas para regularizar más de 10 millones de metros cuadrados ocupados por viviendas ilegales . Una primera tanda en ocho planes de sectorización (seis en la Vega y dos en Levante), y posteriormente una ampliación de la huella de todas estas bolsas de territorio que superaba el millón de metros cuadrados.
Pues bien, la nueva Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio (LISTA) , aprobada en el Parlamento andaluz con el apoyo de todos los grupos, abre otro escenario idílico para una diez mil casas en Córdoba, uno de los principales exponentes de este fenómeno.
Ese crecimiento residencial en numerosos asentamientos distribuidos por todos los puntos cardinales de Córdoba puede haber encontrado una plataforma de relanzamiento, habida cuenta de que las exigencias para obtener servicios básicos (agua, alcantarillado e incluso luz) se han rebajado dejando como ‘zonas proscritas’ aquellas de un claro impacto sobre el medio o bienes culturales: llámase Sierra, franja inundable del río o el entorno BIC de Medina Azahara.
Rebaja de exigencias
Para el resto, la nueva ley del suelo andaluza dibuja varios itinerarios para conseguir lo que por otra parte llevan demandando años los moradores de estos núcleos residenciales. Legalizables o no podrán alcanzar esos servicios pagando de sus bolsillos pero rebajando estándares de habitabilidad , fijando planes de mejora para corregir defectos ambientales o sin esperar a una urbanización costosísima que ha frenado muchos de aquellos intentos primeros que auspició el PGOU hace ahora veinte años.
Resta saber cómo va a llevar al terreno lo que dice la LISTA el Ayuntamiento de Córdoba que, a las claras, ha encontrado una llave maestra para un asunto controvertido y que genera tanto dolores de cabeza como anhelos demoscópicos.
Este pequeño ‘éxodo’ parcelista se configura en torno a 25 asentamientos que son los que más han crecido en su población residente en estos veinte años que tabula el método estadístico del INE. De todos ellos, hay diez con una especial relevancia. Se trata, por ejemplo, de Encinares de Alcolea , que ha pasado de 204 a 830 habitantes (un 306% más de residentes). En la misma área de Levante está Ribera Baja , de 263 a 628 pobladores (un 139% de crecimiento).
También hay que subrayar el caso de Las Quemadillas , a la espalda del polígono industrial de Las Quemadas, y donde los vecinos han evolucionado de 187 a 726 en todo este tiempo. O El Montón de la Tierra , que ha multiplicado por seis su censo: de 69 a 462 habitantes.
Es llamativo también el caso de La Golondrina , al otro lado de la ciudad y en torno a la estación depuradora: ha multiplicado casi por dos su población, de 628 a 1.079. O la famosa parcelación de Fontanar de Quintos , junto al aeropuerto y que sufrió la expropiación por parte de AENA de viviendas para alargar la pista del campo de vuelos. En dos décadas se ha pasado de 95 a 538 habitantes. En el entorno BIC de Medina Azahara el caso más representativo ha sido el de Las Pitas , que ha engordado su censo en un 620%.
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