PASARON POR ALLÍ
Levante: El parque que vuelve todas las campañas
En Fátima se encogen de hombros al oír de nuevo la misma promesa. Piden seguridad y más aparcamientos

Los vecinos de Fátima se han acostumbrado a vivir con un descampado a las espaldas. Es un erial que simboliza la tendencia cíclica de las promesas electorales , esas que vuelven cada cuatro años pero nunca llegan a cruzar el umbral de la realidad tangible. Del Parque de Levante se empezó a hablar en 2003, con el socialista José Mellado como presidente de la Gerencia de Urbanismo. La entonces alcaldesa, Rosa Aguilar , puso la primera piedra en 2006. Trece años después el paisaje sigue siendo el mismo, por eso no extraña que los vecinos de la zona resoplen y se encojan de hombros cuando se les menciona el tema.
«Esto es muy sencillo. Si lo van a hacer, que lo hagan. Y si no, que no lo digan más», sentenciaba Juan desde la barra de un bar de una plaza cercana. Su afirmación fue secundada por el grupo de parroquianos que le acompañaban, todos vecinos de Fátima desde hace años. Al ser preguntados por las necesidades del barrio, coincidieron en señalar dos: por un lado, la falta de aparcamiento , que en los últimos años se ha mitigado pero de forma aún insuficiente; por otro, la seguridad . El Parque de Levante y su futuro como pulmón ecológico del Este de la ciudad no les preocupa tanto como el asentamiento rumano que, dicen, se extiende al fondo, rodeado de hierbas secas que ya les han dado más de un susto en forma de conato de incendio. «Y ahora que vuelve el calor, vuelve también el riesgo. Yo no sé de quién es competencia eso. Pero esa gente no puede vivir allí y de esa manera », lamentan los vecinos.
Pocos metros más allá, el candidato del PP a la Alcaldía, José María Bellido , protagonizaba ayer un acto de campaña en los terrenos del Parque de Levante . Se desplazó con su equipo para plantar una pequeña encina en el descampado, símbolo de las políticas medioambientales que quiere impulsar como regidor. Igual que prometieron en su día tanto su antecesor popular, José Antonio Nieto , como sus contrincantes políticos de otros partidos, Bellido prometió que haría el Parque de Levante como parte de un cinturón verde que se completa con el de la Arruzafilla y la integración en la ciudad de enclaves naturales como los baños de Popea , las Canteras de la Albaida o el Patriarca . Tras hacer el anuncio, dejó la encina en su nuevo hogar y se marchó para seguir la promoción a bordo del autobús que lleva su imagen estos días por toda la ciudad como un cartel electoral con ruedas.
Ni Juan ni sus amigos se percataron de la visita de Bellido al barrio, que fue más que discreta. Tampoco lo hicieron Cristina y Marta, dos hermanas que volvían a casa tras hacer una visita a su madre. Para ella pidieron más actividades en el centro de mayores del barrio. Al tiempo, una de las hermanas lamentaba no haberse cruzado con el candidato para pedirle cara a cara que, si llega a alcalde, «haga algo con el tráfico en Carlos III , porque hay accidentes día sí y día también». Coincidieron además en la necesidad de adecentar la zona que se extiende junto al campo de fútbol de Fátima. «Parece que se acabe la ciudad ahí», criticaron. «Si lo del parque va para largo, por lo menos que limpien. Mi hijo sale por allí a correr y cualquier día le va a morder una culebra».
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