Cultura
Leonardo Velasco: «En literatura juvenil es crucial no perder la conexión con el mundo de la imaginación»
El autor cordobés acaba de ganar un premio internacional de novela juvenil en Estados Unidos por ‘El tesoro del eremita’
Leonardo Velasco (Puente Genil, 1965) es ingeniero agrónomo y trabaja en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) como genetista de plantas. Su vocación literaria le llevó a cultivar la literatura juvenil con ‘El fantasma de la batalla de Bariloche’ y ‘El tesoro del eremita’, ambas publicadas por la editorial Mr. Momo . Este último ha obtenido la medalla de plata, en la categoría de libros juveniles de ficción en español, en los International Latino Book Awards , que se conceden en los Estados Unidos.
¿Cómo ha llegado un científico a escribir literatura?
No lo sé muy bien. Siempre me ha atraído mucho el mundo de la literatura. Siempre he tenido la idea de escribir. En un momento determinado decidí hacerlo: empecé para escribir un cuento breve . Se fue alargando, me fui entusiasmando y vino una novela.
¿Ha escrito sólo para niños y jóvenes o también para adultos?
Ahora mismo tengo publicadas tres novelas: dos para juvenil en 2020 y una para público adulto en 2021, titulada ‘El patricio de Fuente Álamo’.
¿Cómo es ‘El tesoro del eremita’, la obra que ha sido premiada?
Se basa en la existencia de los fantasmas . Es la segunda parte de una serie de novelas juveniles, que se llama ‘Las aventuras de Leo y Noa’. La temática de la serie es enfrentar a los niños con la existencia de los espíritus. Es algo muy común a ellos, porque el tema de los fantasmas a los niños los atrae mucho. En ‘El tesoro del eremita’, Noa, que es argentina, visita las Ermitas y se encuentra a uno de los ermitaños, que les cuenta que tiene un tesoro enterrado en la Sierra. A partir de ahí empiezan a buscar la figura del monje, tratan de ver qué hay de verdad en eso y descubren que el monje falleció muchísimos años, con lo que llegan a la conclusión de que es un fantasma.
En la literatura para niños y jóvenes se suele recurrir a la fantasía. ¿Quizá es porque ellos tienden a aceptar mejor aquello que los adultos sabemos que no existe?
Por supuesto, y además la fantasía es inherente con la mente infantil y juvenil . Está mucho más preparada. En el proceso de maduración perdemos un poco esa capacidad de imaginar otro mundo, otras posibilidades.
¿Tiene entonces el escritor que volver a ser niño?
Por supuesto. Es fundamental no haber perdido esa conexión con el mundo de la imaginación . Yo en mi caso pensé que lo había perdido, pero cuando me puse a escribir descubrí que no, que tenía toda esa fantasía y toda esa imaginación bastante viva.
¿Cómo tiene que ser el estilo, la forma de redactar?
Hay que pensar que se está escribiendo para un público joven. Normalmente estas novelas son para niños a partir de siete u ocho años. Un estilo lo más llano posible , lo más simple, sin muchas complicaciones, sin un lenguaje muy complicado. Y tratando un poco de acercarse a la forma de pensar del niño.
«Cuando me puse a escribir encontré que tenía la fantasía y la imaginación bastante viva»
¿Qué le ha llegado de los lectores tras las dos obras?
Han tenido buena aceptación, con bastantes críticas positivas . Casi todos los que me han comentado me han animado a que siga escribiendo, a que no lo deje.
Este tipo de obras suelen considerarse instrumentales, para iniciar a los jóvenes en la lectura. ¿Pueden ser obras en sí mismas?
La literatura cubre muchos géneros y la juvenil es un género en sí mismo. Aparte de su labor pedagógica, educativa e incluso de entretenimiento , al final es una forma de literatura que tiene su propia historia, sus propias características, sus propios valores.
¿Protagonizado siempre por ellos mismos, para engancharlos?
Sí, luego los niños se encuentran una aventura como esta, que hay que encontrar un tesoro enterrado en la Sierra y hay un momento en que la historia, para que sea creíble, debe tener un elemento adicional . Es una de las características que el jurado más valoró en mi novela. Hay una interacción entre los adultos y los niños que al final colaboran juntos para encontrar un tesoro.
¿Qué puede aportar de distinto como escritor frente a otras piezas de literatura juvenil?
En esta serie de novelas es que las historias están basadas en fenómenos sobrenaturales, que es algo que no se encuentra mucho. Son historias imaginativas que tratan de enganchar . La primera novela se desarrollaba en Argentina y es ‘Los fantasmas de la batalla de Bariloche’. Básicamente la idea es que los espíritus son como entes atrapados en el espacio. No han llegado al descanso del alma porque habían dejado alguna deuda pendiente en la tierra. Los niños ayudan a los fantasmas a terminar esa misión que no terminaron en vida. El eremita dejó un tesoro enterrado, pero había sido obtenido de forma ilícita, con lo que hasta que no fuera liberado no descansaría. Es el punto en común de las dos.
¿Son fantasmas buenos o fantasmas que no son ni buenos ni malos?
Son fantasmas buenos. En este caso fue una persona que luego vivió arrepentida, uno de los primeros moradores de las Ermitas. Ingresó allí para intentar purgar su pecado. Es una novela muy descriptiva de este paisaje y de toda la ciudad de Córdoba.
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