Tetimonios
ABC, en la Prisión de Córdoba | «Si cumples tu condena sin tratar de reparar el daño, sólo queda rencor»
Dos condenados que participan en el taller de justicia restaurativa cuentan su experiencia
Lleva ya ocho años en una celda y le queda todavía la mitad de su condena. Antonio es uno de los reclusos que participan en el taller ‘Diálogos restaurativos’ . Cuando se lo propusieron, no dudó. «Al principio me costaba mucho abrirme, que salieran las palabras, pero poco a poco fui expresando lo que sentía », relata.
Este mallorquín de 56 años se emociona al hablar de su mujer y sus hijos:«Les he causado mucho daño, demasiado dolor . No solo quisiera poder pedir perdón a las víctimas de mi delito, sino también a mi familia, y cuando salga de aquí, poder recompensarla por todo».
Antonio asegura que todavía no se ha perdonado , «trato de hacerlo cada día, pero siempre lo voy a llevar dentro, aunque creo que ahora soy más sincero y honrado, y trato de ayudar a otros: soy interno de apoyo a presos con problemas psiquiátricos».
Asevera que si tuviera delante a las personas a las que dañó, « aunque me abofetearan , les rogaría su perdón, que hicieran conmigo lo que quisieran. Asumo toda la responsabilidad de lo que hice».
Otro recluso, que también se llama Antonio y que lleva 7 años entre rejas recuerda que «cuando entré por primera vez en la cárcel tenía 25 años y vi cómo le cortaban el cuello a otro recluso». Ingresó por segunda vez cuando tenía 44 años: «Ahora voy ya por los 51 y soy consciente de que se me está escapando la vida. Este programa me está ayudando a asumir lo que hice, el delito más grave que se puede cometer , y quisiera el perdón de las personas que han sufrido por mi culpa, ayudarles como pudiera a que se sintieran reconfortadas, explicándoles lo que quisieran saber», señala.
Defiende que «si solo cumples tu condena sin tratar de reparar el daño solo queda el rencor ». El taller también le ha servido a Antonio a entender a sus compañeros , a empatizar con ellos. «Además, hablar de lo que hiciste, conocer el punto de vista de otros internos ayuda a verlo desde otro prisma. A mí no me cuesta trabajo expresarme, pero a otros, sí, y este taller les está viniendo muy bien».